En un 2025 que podría estar marcado por las tensiones comerciales y la incertidumbre, la economía latinoamericana podría mostrar cierta resiliencia y experimentar un crecimiento del 2,3 por ciento.
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SUSCRIBITEArgentina pasará de dos años de recesión a lograr este año un avance del 5%.
En un 2025 que podría estar marcado por las tensiones comerciales y la incertidumbre, la economía latinoamericana podría mostrar cierta resiliencia y experimentar un crecimiento del 2,3 por ciento.
Se trata de una décima más que en 2024, de acuerdo a un informe de ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
En su estudio sobre perspectivas para 2025, la entidad avizoró para la región una tasa del crecimiento del producto interior bruto (PIB) idéntica a la global, pero por encima de las de Estados Unidos y la Unión Europea (ambas del 1%) y por debajo de la de China (4,4%) o India (6,5%).
Al respecto, advirtió que la región latinoamericana podría verse particularmente afectada ante los cambios de política en Estados Unidos, especialmente en materia comercial y migratoria.
También prevé que los bancos centrales latinoamericanos, con excepción de Brasil, continúen una flexibilización de sus políticas monetarias mientras descienden las presiones inflacionarias.
UNCTAD hizo un giro de 180 grados en las tendencias macroeconómicas de Argentina, que pasaría de dos años de recesión (su PIB cayó un 1,6% en 2023 y 1,7% en 2024) a lograr este año un crecimiento del 5%, uno de los más altos de las economías estudiadas en el informe.
Para la media regional, ese rebote en la economía argentina podría compensar las desaceleraciones que UNCTAD prevé en países como Brasil, donde espera que el crecimiento baje del 3,4% al 2,2%, y en México, cuyo aumento del PIB bajaría del 1,2% al 0,5%.
En Brasil el endurecimiento de la política monetaria podría lastrar la inversión y el consumo, algo que podrían provocar también en México las condiciones financieras estrictas, los esfuerzos de consolidación fiscal y las mayores restricciones a las exportaciones, observaron los especialistas de UNCTAD.
La situación contrastaría con la de Argentina, donde la agencia de Naciones Unidas vislumbra una recuperación "impulsada por un repunte de los salarios reales y del gasto de los hogares, mientras que la mejora en las condiciones de financiación ayudaría a fortalecer la inversión privada".
Sin embargo, ese crecimiento entraña riesgos, subrayó UNCTAD, que en Argentina podrían aumentar los niveles de desigualdad y de informalidad.
Por otra parte, el estudio señaló que el crecimiento mundial se desacelerará al 2,3% en 2025, una tendencia recesiva vinculada al aumento de las tensiones comerciales y la incertidumbre.
"Las economías en desarrollo enfrentan riesgos y un entorno externo que se deteriora, pero el crecimiento del comercio Sur-Sur y una mayor integración económica regional representan oportunidades", graficaron los expertos.
En ese contexto, UNCTAD llamó a una mayor coordinación internacional de políticas y al fortalecimiento del comercio regional.