Una PyME argentina implementó un sistema que mejoró la productividad de sus empleados y va en contra de la tan famosa frase “hay que ponerse la camiseta de la empresa”.
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SUSCRIBITELa clave para evitar que los colaboradores cometan errores. El caso testigo de Churros El Topo.
Una PyME argentina implementó un sistema que mejoró la productividad de sus empleados y va en contra de la tan famosa frase “hay que ponerse la camiseta de la empresa”.
Churros El Topo se convirtió en una marca popular gracias a su explosión en redes sociales, abrió locales y creció en facturación, empleados y, por supuesto, problemas.
Como consecuencia del crecimiento, se dispararon los pedidos en aplicaciones y cientos de repartidores pasaban a buscar pedidos de clientes que a veces no recibían sus churros con mucha felicidad.
“Teníamos el problema de que los armadores de pedidos se confundían, quedábamos mal con el cliente. Pedían tres churros de chocolate y mandábamos dos", contó en un podcast Juan Navarro, segunda generación al frente de Churros El Topo.
"La gente se quejaba, con razón. Y las aplicaciones nos aplicaban multas y no lo podíamos resolver, hasta que una colega me contó lo que hacían y me pareció insólito no haberlo implementado antes”, recordó.
Lo que implementaron fue un bono por evitar errores en los pedidos.
Navarro cuenta que fue la gran solución porque su equipo se preocupó y ocupó más en detectar esos errores.
Todas las estrategias de persuasión, pedidos atención, charlas grupales no lograron lo que si un simple bono logró cambiar. Ahora se equivocan menos en los pedidos, mucho menos.
La gran lección de esta historia es que, en vez de marcar los errores, pedir más concentración y apelar a ponerse la camiseta por el bien común, la marca apeló por el bien individual.
Aunque se trata de un bono general que se reparte en partes iguales entre todos los empleados, esta acción genera una alta fidelización, no a la marca, sino al bolsillo del empleado.
Y aunque suene duro, lo que más nos importa a todos, más allá del rol que ocupemos (empleado, dueño, gerente), es lo que ganamos nosotros.
Podés estar en desacuerdo, pelearte conmigo, renegar o buscar el camino más rápido para resolver los problemas.
Ganar más dinero.
Fin del asunto.
Desde luego, este bono le sale a la marca más barato que atender las quejas de los clientes y las penalidades de las aplicaciones.
Es decir, ganan todos.
Por eso decimos, insistir en que los empleados se pongan la camiseta es más bien un esfuerzo que puede resultar contraproducente, cuando lo más rápido y efectivo es que se pongan su camiseta y como consecuencia, ayuden a impulsar una marca.