La temperatura de la calle en la micro aún presenta inconvenientes las ventas minoristas, que cayeron en el primer trimestre del año un 22,1%, de acuerdo a un informe de CAME.
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SUSCRIBITEUn repaso de los primeros números de la gestión y lo que se necesita para sacar a la economía argentina de la crisis.
La temperatura de la calle en la micro aún presenta inconvenientes las ventas minoristas, que cayeron en el primer trimestre del año un 22,1%, de acuerdo a un informe de CAME.
En el mes de marzo 2024, las operaciones se redujeron 12,6% interanual y en la comparación mensual, disminuyeron 3,2%.
Este último dato es el que ve positivo el Gobierno, ya que el piso de la caída habría sido en el primer bimestre 2024. Lo mismo estaría sucediendo con la industria y el consumo masivo.
Uno de los problemas a resolver aún con prioridad para los argentinos es la inflación.
El Índice de Confianza de Inflación (ICC) elaborado por el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuarto Di Tella (UTDT) registra una fuerte reducción de la inflación esperada por la población para los próximos 12 meses.
En la medición de febrero era de 170,8%, y en la de marzo 2024 había bajado a 123,8%, según el promedio.
Por regiones, el Interior del país vuelve a mostrar las expectativas de inflación anual más bajas, 111,2%, comparado con 148,2% y 140,7% para CABA y GBA respectivamente.
Respecto a la medición de febrero, la reducción en la inflación esperada fue generalizada, por regiones y por distintos niveles de ingreso.
Un aspecto interesante es que las expectativas de inflación son muy similares por nivel de ingreso, 122,2 y 127,7 para los de niveles alto y bajo, respectivamente, ya que se venía observando percepciones muy dispares entre ambos grupos.
Por su parte, el ICC sube 1,8 por ciento en marzo respecto a febrero de 2024.
Sin embargo ese aumento expectativa no es igual a lo largo y ancho de todo el país.
Regionalmente, subió en CABA y Gran Buenos Aires (7,92% y 3,49%, respectivamente), pero cayó en el Interior 2,97% (siempre respecto a febrero).
Por subíndices, Situación Macroeconómica aumentó mensualmente 7,68% y Situación Personal 2,76%, pero Bienes Durables e Inmuebles cayó 18,71%.
Por nivel de ingresos, el ICC aumenta 5,29% para los hogares de menor nivel, pero case 3,50% para los de mayor.
Este comportamiento diferencial se ve claro en los subíndices: los hogares de menores ingresos registran una suba fuerte en los subíndices de Situación Macroeconómica, 12,8%, y Situación Personal, 6,2%, pero para los hogares de altos ingresos el primero solo subió 1% y el segundo cayó 3,4%.
Bienes Durables e Inmuebles, el tercer subíndice, cayó mensualmente para ambos.
Al hablar de la situación macroeconómica no se puede evitar analizar el Producto Interno Bruto (PIB) en dólares (valuado al tipo de cambio blue) durante el cambio de gobierno; Nestor Kirchnner le dejó una economía valuada en 290.967 millones de dólares al primer mandato de Cristina Fernández de Kirchnner, la cual se incrementó en 75,8% al comienzo de su segundo período.
Mauricio Macri recibió una economía menor a un 20,6% por parte del último mandato de CFK y este la dejó con niveles similares a Alberto Fernández.
El PIB con el que se encuentra el reciente gobierno es un 28,8% menor al valor que recibió su predecesor y con niveles similares a la que recibió CFK.
Es decir, que en los últimos 20 años en Argentina nuestro PIB es igual al punto de partida.
Esta es la mayor frustración de la sociedad argentina. Es cómo que un ingeniero de obra presente los planos del edificio se vaya pasando el plano de arquitecto a arquitecto cada uno le hace cambios y luego de dos décadas el edificio está en el mismo lugar.
Lo peor es que, a su vez, su valor es menor en términos reales. Los US$ 290.967 millones de diciembre de 2007 ajustados por inflación norteamericana hoy equivalen a US$ 433.451 millones.
Es decir tenemos un producto 33% más bajo en dólares en términos reales a 2007.
Además, hemos incrementado nuestra deuda en relación a ese producto por lo cual distribuido entre nuestra población somos más pobres.
Podríamos que decir que de nuestra elección posible nos han tocado los peores ingenieros y arquitectos país de toda la región.
En relación al PIB, es interesante observar como varió porcentualmente el estimador mensual de la actividad económica al final de cada presidencia.
Si bien Néstor Kirchnner terminó su mandato con un aumento del 7,8%; a medida que pasaron los distintos gobiernos el crecimiento de la economía cayó el último año de cada gobierno.
Para el caso de Alberto Fernández terminó con una contracción del 4,5%.
La actividad económica con Javier Milei comienza mal pero veníamos en los últimos 15 años de peor en peor.
Una economía que no extrae en mayor cantidad (volumen), calidad (agrega valor), competitividad (lo hace a menor precio y con menor costo) y productividad (en menor tiempo que el resto) producirá menos y tendrá mayor escasez en términos comparativos a otros países de la región.
Es lo que nos ha pasado desgraciadamente en los últimos 20 años.
Otro indicador importante en la economía es la remuneración de los trabajadores del sector privado en dólares (valuado al tipo de cambio blue).
A un mes antes que Javier Milei asumiera la Presidencia, el salario no superaba los 500 dólares.
Desde el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, el salario de los trabajadores privados se encuentra disminuyendo.
El ingreso agregado de la población se intentó generar vía inversión pública con un gasto público creciente financiado con más impuestos, más deuda y más emisión monetaria.
Los 3 detonantes de la detención de la inversión privada. Más impuestos equivalen a menor nivel de utilidades para reinvertir producir y generar más empleo.
Más deuda equivale a que tenga que cobrar más impuestos para financiarla.
Más emisión monetaria implica más inflación con descoordinación absoluta de todos los precios de mercado y proyección de los retornos de la inversión. De los peores detonantes para la detención de la inversión privada. Lo hemos padecidos todos.
Respecto a las reservas internaciones del BCRA, en febrero 2024 luego del año de asunción, Javier Milei es el presidente, con menor cantidad de reservas recibidas de la gestión anterior en todo el período analizado luego de Néstor Kirchner.
Comparado al primer mandato de CFK, se poseen un 45,8% menos reservas, similar al nivel de Mauricio Macri.
Sin embargo, recibió reservas internacionales por US$ 21000 millones que eran negativas por US$ 11000 millones.
En su primera etapa de gobierno las reservas crecieron superando los US$ 28000 millones, mejoró las netas hacia un saldo de US$ 3000 negativas y canceló deudas con los importadores vía BOPREAL por US$ 8000 millones con el objetivo de llegar a los US$ 10000 millones.
Regresemos al tema de la confianza tema inicial de esta nota. “Es la confianza mutua, más que el interés mutuo, la que mantiene unidos los grupos humanos” decía el periodista americano Henry Louis Mencken.
Hoy la confianza en la política por parte de la sociedad está partida.
La sociedad es un reflejo del actuar de sus representantes. En el Congreso de la Nación no hay confianza mutua entre los políticos por que los intereses son más contrapuestos que nunca.
La diferencia que en esta oportunidad la ideología es subsumida a la necesidad económica de las provincias.
La votación de los diputados no es proyectando un mejor Estado Nación para el mediano y largo plazo sino para resolver las cuentas provinciales en el corto plazo.
La confianza pérdida por parte de la sociedad en la política fue decayendo año tras año de la cual el presidente de la nación es su máximo exponente.
Solo la confianza puede mejorar la actitud social ante un cambio real en nuestro país. Confiar es muy difícil.
Recuperar la confianza es una tarea más ardua aún. Llevará mucho tiempo. La Ley Ómnibus BIS y el pacto del 25 de Mayo son una oportunidad para comenzar con esta tarea.