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Perspectivas

El CEO de JP Morgan subrayó que la guerra comercial traerá una mayor inflación y menor crecimiento

Esos serán los efectos de corto plazo de la nueva política comercial estadounidense.

Somos Pymes | Redacción Somos Pymes
Por Redacción Somos Pymes 7 de abril de 2025 - 17:43

El CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, pronosticó que los aranceles recíprocos anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, causarán mayor inflación y menor crecimiento en el corto plazo.

En una carta dirigida a los accionistas, analizó el posible efecto de la política arancelaria impuesta por la Casa Blanca.

Consecuencias de la guerra comercial

Sobre los aranceles, Dimon admitió: “Es probable que generen impactos relevantes en el corto plazo”.

“Se anticipan efectos inflacionarios no solo sobre productos importados, sino también sobre los precios domésticos, debido al aumento de los costos de insumos y a la mayor demanda de bienes locales”, remarcó.

En esa línea, expuso que “si bien la inflación bajó, la mayoría de los factores que observo a futuro son inflacionarios: déficits fiscales persistentemente altos, remilitarización a nivel global y la necesidad de inversiones en infraestructura, incluida la economía verde y la reconfiguración de los esquemas de comercio y aranceles”.

A su vez, mencionó que “aún no está claro si el conjunto de aranceles provocará una recesión, pero sí es probable que desacelere el crecimiento”, dando cuenta de la incertidumbre que producirá la medida en la confianza, las inversiones, los flujos de capital, las ganancias empresariales y la evolución del dólar.

En este contexto, evaluó que “la economía enfrenta una turbulencia considerable, incluida la geopolítica, con posibles aspectos positivos como la reforma tributaria y la desregulación, y negativos como los aranceles y las ‘guerras comerciales’, una inflación persistentemente elevada, altos déficits fiscales y precios de los activos aún elevados, junto con una alta volatilidad”.

En relación al elevado déficit fiscal estadounidense, aseguró que “se asocia con un importante déficit comercial y se da en un contexto en el que la relación deuda/PBI ya supera el 100%, también un máximo histórico en tiempos de paz”, precisando que “el resto del mundo presenta niveles elevados de deuda y déficits fiscales altos, aunque pocos tan grandes como los de Estados Unidos”.

En el parecer del ejecutivo del banco que elabora el indicador de riesgo país, “cuanto antes se resuelva esta situación, mejor, ya que algunos de los efectos negativos se acumulan con el tiempo y serían difíciles de revertir”, remarcando que “en el corto plazo, esto representa una carga adicional sobre una economía que ya arrastra varias tensiones”.

Asimismo, expresó que “espero que, tras las negociaciones, el efecto de largo plazo tenga beneficios para Estados Unidos”, señalando que “mi principal preocupación es cómo afectará esto a las alianzas económicas de largo plazo del país”.

La respuesta de los damnificados

El magnate estadounidense Bill Ackman, un gestor de fondos especulativos muy seguido en Wall Street, reclamó a Trump tomarse una "pausa" de 90 días antes de lanzar el 9 de abril una "guerra nuclear económica", en referencia a los aranceles "recíprocos".

El director de Pershing Square y uno de los multimillonarios que respaldaron la campaña del líder republcano, advirtió en X de que "al imponer aranceles masivos y desproporcionados a amigos y enemigos", Washington está "destruyendo la confianza" en EE.UU. como socio comercial y como mercado en el que invertir capital.

El magnate llamó a "una pausa de 90 días" para negociar los aranceles "injustos, además de asimétricos".

Y aseguró que si "el 9 de abril lanzamos una guerra nuclear económica contra cada país del mundo", EE.UU. tendrá graves problemas de reputación que tardarán décadas en resolverse y arrastrarán al consumo y la inversión.

En esa línea, aseveró que Trump "está perdiendo la confianza de los líderes empresariales de todo el mundo» y que las consecuencias serán muy malas para los «consumidores de bajos ingresos", entre los que tiene "millones" de votantes, para afirmar finalmente: "Esto no es por lo que votamos".

En ese sentido, reiteró que el mandatario tiene una "oportunidad este lunes para llamar a una pausa" y arreglar el sistema arancelario, o de lo contrario "nos dirigimos a un invierno económico nuclear autoinducido y deberíamos prepararnos", expresando su deseo de que "prevalezcan cabezas más frías".

Los comentarios negativos de Ackman se suman a los de otra reputada voz en Wall Street, la del ejecutivo del banco JP Morgan Chase, Jamie Dimon, que advirtió de una recesión a consecuencia de los aranceles e incluso de una «guerra militar".

Hasta la mano derecha de Trump, el magnate Elon Musk, parece disentir con su estrategia comercial, pues este fin de semana dijo esperar que Estados Unidos y Europa tengan "aranceles cero" en el futuro, creando efectivamente una zona de libre comercio, y con mayor libertad para el movimiento de trabajadores.

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