Durante una reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Estados Unidos argumentó que la falta de relaciones comerciales recíprocas provocaron la atrofia de su industria.
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SUSCRIBITELa Casa Blanca defendió la política proteccionista desplegada en los últimos meses.
Durante una reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Estados Unidos argumentó que la falta de relaciones comerciales recíprocas provocaron la atrofia de su industria.
Así lo afirmaron las autoridades un día después de que el presidente Donald Trump dejara en suspenso noventa días la imposición de nuevos y elevados aranceles para el resto del mundo.
Según la delegación estadounidense que participó en la reunión del Consejo de Bienes, Estados Unidos "no está modificando ni anulando sus compromisos o límites arancelarios en el marco de la OMC".
Sostuvo que, más bien, el Gobierno estadounidense está tomando acciones necesarias para la protección de sus intereses esenciales en materia de seguridad, que se habían visto comprometidos por la merma de las cadenas de suministro esenciales causada a su vez por "la atrofia de la capacidad manufacturera estadounidense".
En respuesta, China dijo que lamentaba mucho que las medidas de EE.UU. hayan arrastrado a la economía global hacia una enorme incertidumbre y que se haya perjudicado la estabilidad de la que dependen las empresas y todas las economías.
La delegación del gigante asiático remarcó que su pueblo "valora la sinceridad y la buena fe» y que «ejercer presión y lanzar amenazas no son las maneras adecuadas de tratar con China"
"Las diferencias comerciales no justifican una guerra arancelaria unilateral. En una guerra comercial no hay ganadores", señaló un representante de China.
Finalizó declarando el apoyo de su gobierno a la posición de la OMC, que se ha presentado como la plataforma donde se debe mantener un diálogo que permita encontrar soluciones a las discrepancias que han surgido.
El Gobierno húngaro aseguró que la Comisión Europea (CE) cometió un error al no negociar con Estados Unidos sobre la política arancelaria directamente desde que Donald Trump llegó al poder en Estados Unidos, para evitar así la actual guerra comercial.
"La Comisión ha cometido un error al no considerar que (Trump) modificará las políticas económicas anteriores y al no empezar a negociar" directamente tras las elecciones en Estados Unidos en noviembre pasado, dijo el ministro de Gobernación, Gergely Gulyás, ante la prensa en Budapest.
Después de que la administración republicana decidiera suspender durante 90 días los "aranceles recíprocos" anunciados el pasado 2 de abril, se ha dado la posibilidad de que la UE empiece negociaciones, destacó el funcionario magiar.
"Ahora hay que negociar", enfatizó Gulyás, agregando que Budapest mantiene buenas relaciones con Trump, pero el tema de los aranceles es una competencia comunitaria y así Hungría no puede lograr alivios de forma unilateral.
El Gobierno de Viktor Orbán viene culpando desde hace semanas a la Unión Europea (UE) por los aranceles de Trump, defendiendo la postura estadounidense de que solo quiere equilibrar su balanza comercial.
El lunes pasado, el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, adelantó que no apoyaría la propuesta europea de responder con aranceles al plan arancelario estadounidense, que finalmente acabó siendo aprobado por los restantes 26 socios comunitarios.
Szijjártó dijo que "lo que se necesita es una tranquilidad estratégica" y no "propuestas de venganza".
Tras el último anuncio de Trump, el jefe de la diplomacia húngara afirmó que su país "tuvo razón de nuevo" al proponer el diálogo.