La licenciada Alejandra Duarte, Líder de implementación de proyectos y soporte en Albor Paraguay, dijo que “independientemente de su tamaño, el control de los costos operativos es fundamental para determinar el margen bruto y la rentabilidad de cualquier negocio ganadero”.
La experta se refirió a la necesidad de distinguir entre costos directos e indirectos para optimizar la ecuación rentable del sector.
Lo hizo en el marco del webinar “El ABC de los costos ganaderos”, realizado por Albor.
Ganadería eficiente y rentable
“Establecer un método de registro para controlar y separar todos los tipos de costos permite realizar un análisis de producción coherente y mejorar la gestión del campo”, expresó, por su parte, la licenciada Agustina Romagnano, responsable Comercial de Producto en Albor.
Las especialistas sostuvieron que, para lograr un manejo económico eficiente es recomendable categorizar los costos en base a tres pilares: directos variables, fijos e indirectos.
_Costos directos (CD) variables: dependen del número de cabezas, de la permanencia en el negocio y de la actividad (cría, confinamiento o invernada).
Se incluye suplementación y alimentación, sanidad, reproducción; producción de balanceados y flete para el transporte de animales, ya sean interno o para la venta.
_Costos directos fijos: se mantienen constantes sin importar la cantidad de animales del productor.
Se incluye personal y cargas sociales, mantenimiento de infraestructura, arrendamiento, servicios básicos y seguros.
_Costos indirectos (CI): son aquellos necesarios para el funcionamiento de la empresa, pero que no están aplicados ni directamente relacionados con el rodeo.
Esta es una distinción crucial, ya que el CD es lo que se aplica al animal, mientras que el CI es un gasto general que no se puede asociar a un animal específico.
Se trata de administración y finanzas, impuestos y estructura y gerenciamiento.
“Para que el análisis de costos sea efectivo es inevitable seguir varios pasos clave”, esgrimió Duarte.
La licenciada citó al establecimiento de un método de registro (software de gestión o planillas electrónicas para evitar el registro manual en cuadernos); la separación de los tipos de costos (mezclarlos puede distorsionar la visión real de la inversión o el costo de producción) y definir el nivel de detalle (el productor debe asegurar que los informes finales sean coherentes y de fácil lectura al término del ciclo productivo).
La estrategia adecuada
Por otra parte, para obtener el denominado margen bruto, desde la plataforma Albor se analizan diversas alternativas:
_Variables productivas clave: se monitorean aspectos como la producción total de carne, de carne por hectárea, de kilos ganados (en promedio) y la ocupación de cabezas adultas por Ha.
_Componentes del ingreso: el sistema monetario incluye ítems detallados por Ha. y por kilo.
_Valoración de kilos propios: Es un punto crucial que permite, incluso, mostrar los kilos ganados valorizados.
_Costo y pérdidas: la mortandad es un factor que resta de los ingresos.
Además, de acuerdo al nivel de detalle de la información que se recibe en el campo, se podría llegar a analizar la rentabilidad del negocio de manera individual con el manejo de caravanas de la hacienda.
Para obtener una visión completa de la rentabilidad del negocio ganadero, el resultado del MB global se integra con otros resultados empresariales:
_Integración con agricultura: se suma este resultado, especialmente si se realiza una agricultura ganadera destinada a la producción de balanceados.
_Costos indirectos: se restan los CI, que incluyen elementos esenciales como administración, impuestos y gastos financieros.
_Otros ingresos y egresos: se suman (o restan) flujos de dinero no directamente relacionados con la producción ganadera, pero que afectan la caja de la empresa.
“Al aplicar esta fórmula, sumando los costos indirectos a la producción, se llega al resultado del crecimiento patrimonial”, concluyó Duarte.