Los precios de la hacienda, medidos en dólares, se encuentran en niveles históricamente altos, pero internamente comienzan a quedar retrasados respecto de una inflación en pesos.
Para continuar, suscribite a Somos Pymes. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITELos valores están retrasados respecto de la inflación en pesos.
Los precios de la hacienda, medidos en dólares, se encuentran en niveles históricamente altos, pero internamente comienzan a quedar retrasados respecto de una inflación en pesos.
Así lo remarcó el más reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Si bien en dólares, los valores también vienen cayendo respecto de los máximos alcanzados en diciembre del año pasado, actualmente la referencia se ubica en torno a US$ 1,70 como promedio ponderado de las distintas categorías.
Esto que equivale a más de un 30 por ciento por sobre el promedio de los últimos 20 años.
Ese panorama "se condice claramente con un escenario de escasez estructural de hacienda que viene arrastrando el mercado desde aquel proceso de liquidación histórico que se dio entre 2008 y 2010, donde se perdieron casi 10 millones de cabezas del stock nacional, de las cuales apenas se ha logrado recuperar la mitad", reflejaron los especialistas.
Y subrayaron: "También se mezclan aspectos de política económica, puesto que, históricamente los sucesivos Gobiernos en Argentina han utilizado el tipo de cambio como una especie de ancla inflacionaria, a través de la cual han intentado controlar con mayor o menor grado de éxito el traslado de los movimientos del dólar a precios".
La plaza rosarina consideró además que en lo que va del año, la "política de devaluación programada" que aplica el Gobierno "vuelve a generar un importante retraso con relación a una inflación".
"Este desacople hace que la industria exportadora siga perdiendo competitividad frente al resto de los mercados, limitando su capacidad de compra en el mercado local, lo que termina redundando en menores precios recibidos por el productor, en un contexto en el que el resto de los insumos productivos continúa corriendo a la par de la inflación", alertó.
El consumo de carne vacuna se redujo un 17,6 por ciento en el primer trimestre del año en la comparación interanual.
De esta manera, se convirtió en el peor registro en los últimos 30 años, de acuerdo a lo informado por la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).
El relevamiento precisó que “el consumo aparente de carne vacuna habría totalizado 499,7 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h) en enero-marzo del corriente año”, arrojando la caída histórica en los niveles de consumición.
Asimismo, reveló que “el consumo per cápita de carne vacuna habría sido equivalente a 42,6 kilos/año en marzo de 2024, ubicándose 18,5% por debajo del verificado en marzo de 2023”.
En tanto, el promedio móvil de los últimos doce meses del consumo aparente de carne vacuna quedó en 50,0 kilos por habitante por año en el tercer mes del 2024, es decir 4,2% por debajo del promedio de un año atrás.
Al respecto, el titular de CICCRA, Miguel Schiariti, subrayó que el promedio de 42 kilos de carne consumidos por habitante en marzo “es un número muy bajo para lo que veníamos consumiendo” ya que “el año pasado consumimos 52 kilos de carne, es decir se cayó 10 kilos el consumo en el primer trimestre”.
Durante marzo, el rubro ‘carnes y derivados’ tuvo una suba de 9,8% mensual, es decir 0,7 puntos porcentuales mayor a la de febrero, pero continuó siendo uno de los que menores subas del registro general, dejando afuera del análisis a los estacionales.