El Kremlin aseguró este martes que la normalización de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos pasa por el levantamiento de las restricciones "ilegales" impuestas a Moscú por Washington.
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SUSCRIBITELa Unión Europea remarcó que no estará realmente “segura” hasta que no asuma “el control total” de su propia seguridad.
El Kremlin aseguró este martes que la normalización de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos pasa por el levantamiento de las restricciones "ilegales" impuestas a Moscú por Washington.
La noticia llega en un contexto de acercamiento de la Casa Blanca a Moscú con la llegada de Donald Trump al poder.
"Nuestra actitud ante estas sanciones es bien conocida, las consideramos ilegales. Y, por supuesto, si hablamos de normalizar las relaciones bilaterales, es necesario liberarlas de la carga negativa de las llamadas sanciones", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en rueda de prensa.
En cuanto a la posibilidad de que Washington comience a levantar sanciones contra Rusia, señaló que por el momento "es prematuro hablar de eso".
"No hemos escuchado ninguna declaración oficial (al respecto)", puntualizó el funcionario.
Según medios, la administración estadounidense está elaborando un plan para aliviar las restricciones impuestas a Moscú.
El mandatario estadounidense, Donald Trump, dijo a finales de febrero que las sanciones a Rusia podrían suavizarse "en algún momento".
Mientras, Europa descarta aliviar sus restricciones a Moscú si su Gobierno no da «pasos concretos» hacia la paz en Ucrania.
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, alertó que Europa no estará realmente “segura” hasta que no asuma “el control total” de su propia seguridad, instó a “tomar decisiones, por difíciles que sean” y defendió un “mercado único” para las empresas dedicadas a la defensa.
En un discurso en el Centro de Políticas Europeas (EPC), la legisladora del bloque subrayó que Europa debe “sostenerse sobre sus propios pies” y explicó que eso significa “más apoyo a Ucrania, más inversión en defensa y una cooperación más estrecha” en la región.
En este sentido, consideró que “la solución es clara: necesitamos un mercado único” para la defensa, con “reglas más simples” para las empresas, lo que agilizará la producción, mejorará la interoperabilidad y cerrará brechas críticas de capacidad.
Europa tiene 178 sistemas diferentes de armas, frente a los 30 de Estados Unidos, lo que genera duplicidades e ineficiencias, anticipó.
No obstante, defendió que la “asociación transatlántica perdurará” y la OTAN “siempre será la base” de la seguridad colectiva, a pesar de que Europa y Estados Unidos “no siempre estén de acuerdo en todo”.
“Es el momento de actuar, con ambición, urgencia y unidad”, afirmó la política maltesa.
Por esa razón, insistió en que Europa debe “gastar más en defensa y garantizar una mejor interoperabilidad” de sus fuerzas, pero al mismo tiempo, debe “estar preparada para tomar decisiones, por difíciles que sean, y respaldarlas con financiación”, tanto pública como privada.
Recordó que Rusia gasta el 9% de su PIB en defensa y, en tres meses, fabrica más armas de las que Europa produce en un año. Además, graficó que Europa compra casi el 80% de sus equipos de defensa fuera de la Unión Europea.
“Necesitamos coraje porque la amenaza que enfrentamos es seria, las expectativas son altas y debemos tener la ambición y las herramientas necesarias para cumplirlas. No podemos permitir que la política a corto plazo se interponga en nuestra seguridad a largo plazo. Eso significa tomar decisiones difíciles para mantener a Europa segura ahora”, concluyó.