Con el vencimiento del último billón de pesos que quedaba en stock el jueves se extinguieron las Letras de Liquidez (Leliq).
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SUSCRIBITECon el vencimiento del último billón de pesos que quedaba en stock el jueves se extinguieron las Letras de Liquidez (Leliq).
Ahora se llaman pases pasivos y el Gobierno busca primero licuarlo y después convertirlos en deuda del Tesoro mediante el cambio de instrumentos a medida que vaya llevando a cabo las licitaciones de deuda el Tesoro.
Según el último informe monetario del Banco Central, los pases pasivos suman $25,2 billones,
Aumando este billón que salió de Leliq a pases totalizan $26,2, con algunas diferencias de acuerdo a cada instrumento.
Los pases pasivos vencen a un día, mientras que las Leliqs lo hacían a 28; y los pases pasivos se remuneran con una tasa menor.
No obstante se estima que representan unos $2,1 billones por mes, que siguen siendo un factor de emisión.
Si se liberara el mercado cambiario y se permitiera la compra de dólares libres en el MULC, sumado a las tasas reales negativas en los distintos instrumentos que hay disponibles, buena parte de esa bola de pesos iría contra el dólar.
Lo que comenzó llamándose LEBAC -cuando Federico Sturzenegger estaba al frente del BCRA- luego pasó a ser LELIQ, y ahora Pases Pasivos, pero la deuda sigue allí devengando intereses y generando déficit.
El objetivo que tiene el Gobierno, es limpiar el balance del Banco Central, algo que necesita Javier Milei para dolarizar la economía.
La estrategia oficial es pasar esa deuda del Central al Tesoro, y con el control del déficit fiscal y la administración de los pasivos al darle mayor horizonte a los vencimientos extendiendo los plazos, cancelarlos en algún futuro o ir rolleandolos cada vez a menor tasa.
Eso mismo explicó en conferencia de prensa el titular de Hacienda, Luis Caputo, al ser consultado por un posible megacanje para despejar el camino financiero.
Pero primero, buscan licuar la deuda. Eso explica la táctica que llevó a cabo el titular del Banco Central, Santiago Bausili, cuando modificó la tasa de política monetaria y la redujo sensiblemente del 133% a 100% nominal anual.
Esto se transformó en una tasa real muy negativa, ya que remunera entre 8% y 9% mensual contra una inflación que se conoció hoy de diciembre del 25% y se proyecta en esos niveles al menos el próximo mes.