La diferencia entre hacer y liderar en las PyMEs

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Hacer y liderar en las PyMEs

El conferencista admitió que actualmente, los empresarios están desbordados por la operación diaria de sus compañías, lo que a veces lo lleva a dejar de observar su propio modo de conducir.

"Cuando el líder confunde 'hacer' con 'liderar', pierde perspectiva. Empieza a trabajar dentro del sistema en lugar de sobre el sistema. Vive apagando incendios, pero deja de diseñar el futuro", señaló el autor del libro Liderazgo in-conciente, donde se plantean conceptos para poder dirigir una empresa.

"Ese modo hiperoperativo puede dar resultados en el corto plazo, pero a la larga genera desgaste, pérdida de visión y desconexión emocional con el equipo", opinó.

Y subrayó: "El riesgo más grande no es solo el agotamiento físico: es el vaciamiento del sentido. El líder que solo hace, deja de inspirar".

"Entra en una dinámica reactiva donde el control reemplaza a la confianza y la productividad se confunde con liderazgo. Liderar es, sobre todo, detenerse a mirar cómo estoy impactando. Si no me observo, no lidero: solo repito", afirmó.

¿La falta de gestión emocional o de autoconciencia del líder puede ser un factor de colapso empresarial? "Enorme", contestó el entrevistado. Y sostuvo: "Lo veo a diario en mis procesos de acompañamiento", observó el especialista en Liderazgo 360º y alto rendimiento.

"Hay empresas con números sanos que igual se quiebran por dentro. La mayoría de los conflictos organizacionales no nacen en el Excel, sino en las emociones no gestionadas", expuso Sosa.

"Cuando el líder no tiene autoconciencia, empieza a liderar desde el miedo, la ansiedad o la omnipotencia, y eso se contagia. Se vuelve invisible, pero se siente: baja la confianza, se tensan los vínculos, el equipo se divide", ilustró.

Lidiando con las emociones

Según el speaker internacional, "el liderazgo inconsciente no solo puede enfermar a la persona, sino también al sistema."

"Por eso, el gran desafío de las PyMEs no es solo crecer económicamente, sino emocionalmente", enaftzió.

Para el el especialista, "una PyME sana es aquella donde los vínculos también se revisan, se escuchan y se cuidan".

Por otra parte, Sosa identificó que "salir del piloto automático no requiere grandes recursos, sino pequeños hábitos conscientes".

"El primer paso es detenerse cinco minutos por día para observarse: cómo estoy respirando, cómo me siento, qué estoy repitiendo. Parece simple, pero ese registro es una forma de liderazgo. El segundo paso es pedir feedback real a alguien del entorno: un socio, un colaborador, un cliente. Lo que no veo de mí puede estar saboteando mi negocio", graficó.

"Y el tercero es gestionar la energía antes que el tiempo: un líder agotado no toma buenas decisiones, por más que sepa de finanzas o marketing. La rentabilidad no solo se construye con estrategia, también con conciencia", completó.

"Un líder presente toma mejores decisiones y multiplica bienestar y resultados", argumentó el experto.

Sobre el cierre de la charla con Somos Pymes, el autor entregó una recomendación práctico para los líderes que sienten estar al límite emocional pero no pueden parar.

"Mi consejo es no negar el cansancio. La negación es el camino más corto hacia el quiebre. Si no podés frenar, al menos bajá la velocidad emocional: caminá 10 minutos sin celular, respirá, escribí lo que te preocupa. Eso baja el cortisol y ordena la mente", aseveró.

"También recomiendo volver al propósito original: ¿Por qué empezaste? ¿Qué soñabas cuando abriste tu empresa?", continuó

Y observó: "Cuando el propósito se apaga, todo se vuelve peso. Por sobre todo, hay que recordar que liderar no es cargar con todo, sino aprender a delegar, confiar y rodearte de personas que te sostengan", exclamó Sosa.

"El líder inconsciente busca control. El líder consciente busca equilibrio. Y en tiempos de incertidumbre, el equilibrio es la forma más inteligente de sostener resultados sin perder la salud ni la humanidad", concluyó.

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