Por Ricardo Medel. En los últimos años, medio centenar de empresas de diferentes tamaños y sectores han participado de proyectos que impulsamos desde la Fundación Sadosky.
Para continuar, suscribite a Somos Pymes. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITELa fórmula para sacar el máximo provecho del conocimiento y las herramientas disponibles.
Por Ricardo Medel. En los últimos años, medio centenar de empresas de diferentes tamaños y sectores han participado de proyectos que impulsamos desde la Fundación Sadosky.
Tienen como objetivo aplicar en el sector productivo los conocimientos en informática creados por el sector científico.
Se trata de proyectos de vinculación, en los cuales equipos mixtos de investigadores y recursos humanos provistos por empresas co-desarrollan productos o servicios innovadores.
Estas iniciativas son una parte fundamental de la labor de la Fundación Dr. Manuel Sadosky, una institución público-privada cuya misión es favorecer la articulación entre el sistema científico-tecnológico y la estructura productiva en el ámbito de la informática y las telecomunicaciones, como un mecanismo para el desarrollo del país.
La fundación trabaja en el desarrollo de herramientas de financiamiento, gestión y formación que permiten disminuir las barreras que usualmente dificultan la Vinculación Tecnológica entre los grupos de I+D académicos y las empresas.
De este modo, el sector privado tiene la posibilidad de mejorar sus resultados sacando el máximo provecho del conocimiento y la tecnología disponibles.
Desde hace unos años, el sector científico impulsó la creación de empresas de base tecnológica (EBT) para la aplicación en el sector productivo de los conocimientos generados en los laboratorios.
Así, los científicos se transforman en emprendedores y, usualmente con ayuda de una incubadora o aceleradora, construyen una empresa, start-up o spin-off para comercializar los productos o servicios basados en dichos conocimientos de alta tecnología.
Por ejemplo, en los últimos años, CONICET incrementó su capacidad de generación de EBT.
Al 2023, la cantidad de EBT creadas en CONICET totalizaron 52, con una abrumadora mayoría de ellas basadas en biotecnología, nanotecnología, química y física.
Sin embargo, muchas de estas empresas utilizan informática en distintas etapas de su proceso: durante la investigación, durante la producción de los productos, durante la comercialización (especialmente cuando son servicios ofrecidos a través de Internet) y también como recurso para proteger la propiedad intelectual.
Algunas EBT proponen nuevas tecnologías en el marco de la agricultura de precisión, donde se generan grandes cantidades de datos sobre las semillas, las plantas, las malezas y el suelo.
Estos datos deben ser almacenados, procesados y provistos a diferentes actores en la cadena productiva, lo cual requiere del uso de diferentes herramientas y técnicas informáticas.
En particular, se utilizan herramientas informáticas en los proyectos de investigación para el desarrollo de semillas, plantas y procesos específicos.
Se aplica Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial en los pasos de recolección, almacenamiento y procesamiento de la inmensa cantidad de datos que un lote puede generar, y se requieren técnicas de ciberseguridad, experiencia de usuario (UX) y telecomunicaciones para transmitir, en forma confidencial y segura a través de Internet, la información a los diferentes actores de la cadena productiva.
Dado que generalmente sus fundadores son científicos con conocimientos en otras disciplinas, la incorporación de tecnología informática en EBT basadas en otras tecnologías se realiza por medio de diferentes estrategias: adquisición de tecnología a un proveedor externo, desarrollo in-situ con recursos humanos propios o vinculación con grupo de I+D en informática.
La estrategia que impulsamos desde la Fundación Sadosky implica relacionar los recursos humanos disponibles en la startup con un equipo de I+D en informática para llevar adelante un co-desarrollo.
En este equipo participan investigadores de la informática y también empresas especializadas.
Este enfoque permite independizarse de proveedores, dado que el desarrollo es propio, y evitar la curva de aprendizaje, ya que tanto los investigadores como las empresas tienen años de experiencia en temas informáticos, al mismo tiempo que se puede lograr innovar en informática, desarrollando servicios o productos novedosos, y sin aumentar la planta de personal.
Nuestra experiencia en gestión de proyectos de vinculación tecnológica universidad-empresa puede adaptarse a esta nueva realidad, donde la vinculación se realiza entre grupos con fuerte base científica, con similares características en cuanto a formas de trabajo y enfoques, pero con motivaciones diferentes y provenientes de distintas ramas del saber.
Dr. Ricardo Medel, director del área de Vinculación Tecnológica de la Fundación Sadosky.