La demanda global de transporte aéreo de pasajeros creció un 3,3 por ciento interanual en marzo, seis décimas más que en febrero, pese a que cayó en mercados como el norteamericano o en Oriente Medio.
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SUSCRIBITEEl sector pretende aliviar los problemas de la cadena de suministro.
La demanda global de transporte aéreo de pasajeros creció un 3,3 por ciento interanual en marzo, seis décimas más que en febrero, pese a que cayó en mercados como el norteamericano o en Oriente Medio.
Así lo mostró el más reciente informe de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
El crecimiento fue sensiblemente mayor en los vuelos internacionales (4,9%) que en los domésticos (0,9%), con índices de ocupación de los aviones del 79,9 y del 82 por ciento, respectivamente.
Las regiones donde el aumento de la demanda fue mayor fueron Asia-Pacífico, con un incremento interanual del 6,3%, y Latinoamérica (6,2%).
Mientras que en Europa el avance fue del 4,4% y en Norteamérica se produjo un descenso del 1,1%; Oriente Medio sufrió una baja de 0,7%.
En los grandes mercados domésticos, hubo como en meses anteriores gran diversidad, desde descensos en la demanda en países como EE.UU (-1,7%) o Australia (-1,2%) a fuertes aumentos en India (11%), Brasil (8,9%) o Japón (8%).
"Aunque el ligero descenso de la demanda en Norteamérica debe observarse con atención, las cifras de marzo siguen mostrando un patrón de crecimiento global en el transporte aéreo", expresó el director general de IATA, Willie Walsh.
En un comunicado, el directivo indicó que es pronto para medir el impacto de las tensiones arancelarias en el sector del transporte aéreo mundial, aunque aseguró que los retos siguen siendo los mismos que antes.
En particular, citó la necesidad de "aliviar los problemas de la cadena de suministro y garantizar una capacidad suficiente en los aeropuertos y en la gestión del tráfico aéreo, retos que siguen siendo urgentes".
La compañía estatal le informó al Ministerio de Economía que no necesitará transferencias del Estado Nacional durante el año 2025, un hecho inédito desde la estatización de la empresa en 2008.
Entre 2008 y 2023, el Estado le transfirió a la empresa cerca de 8 mil millones de dólares utilizados principalmente para cubrir su déficit operativo a nivel EBIT (ganancias antes de intereses e impuestos), siendo este el indicador troncal que utiliza la industria aerocomercial para evaluar la performance de una compañía.
En promedio, en cada uno de los últimos 16 años, la empresa registró una pérdida operativa anual de 400 millones de dólares que debió ser saldada por el Tesoro Nacional.
A su vez, y tal como adelantó Fabián Lombardo, presidente y CEO de la compañía, en 2024 se logró otro hito al registrarse un superávit de 20,2 millones de dólares a nivel operativo, y de 156.324 millones de pesos (más de US$ 150 millones) a nivel económico.
Estas cifras están en proceso de auditoría por la consultora internacional KPMG y serán oficializadas en los próximos meses.
Por primera vez, Aerolíneas Argentinas obtuvo ingresos mayores a los costos requeridos para su funcionamiento.
Este cambio se consolidó gracias a una política agresiva de reducción de costos que incluyó la baja de cerca del 15% de su planta de personal, llevando el número de empleados al nivel más bajo en 15 años y alcanzando el menor promedio de empleados por avión en la historia de la compañía.
En este proceso dejaron la empresa más de 1.600 personas, y se eliminaron un total de 85 cargos jerárquicos, incluyendo 8 direcciones, 20 gerencias y más de 50 posiciones de diversas categorías.
Además, se cancelaron rutas improductivas y se focalizó la operación sobre aquellas que arrojaran mejores resultados para la compañía, fomentando un esquema de conectividad estratégica, que incluyó acuerdos históricos con Iberia y LATAM.