Fabricantes de vehículos como Stellantis, Toyota, Mercedes, Ford o Volvo, están creando alianzas para evitar ser sancionados con multas por exceder los límites de emisiones de dióxido de carbono (CO2) que contempla la legislación europea.
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SUSCRIBITELos acuerdos deben ser "abiertos, transparentes y no discriminatorios".
Fabricantes de vehículos como Stellantis, Toyota, Mercedes, Ford o Volvo, están creando alianzas para evitar ser sancionados con multas por exceder los límites de emisiones de dióxido de carbono (CO2) que contempla la legislación europea.
La normativa que exige al sector una reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero entrega la posibilidad de crear "agrupaciones de fabricantes" para contabilizarlas de forma conjunta y no por separado, lo que facilita el cumplimiento de las normas sobre todo si las alianzas incluyen fabricantes de coches eléctricos.
Por ahora han sido comunicados dos agrupaciones de fabricantes, según consta en un documento publicado el martes 7 de enero por la Comisión Europea.
El primero de ellos está liderado por Tesla (calificado formalmente como fabricante "gerente" del grupo) y está formado también por Stellantis, Toyota, Ford, Mazda y Subaru, mientras que el segundo está liderado por Mercedes-Benz y son parte de él Volvo, Polestar y Smart.
La ley permite la posibilidad de agrupación para que los fabricantes "dispongan de flexibilidad para cumplir sus objetivos" de reducción de emisiones, pero aclara que los acuerdos deben ser "abiertos, transparentes y no discriminatorios".
Estas alianzas de firmas cumplirán con los límites de emisiones "siempre que las emisiones medias de la agrupación en su conjunto no superen el objetivo de emisiones específicas de la agrupación".
El reglamento comunitario reduce a partir de este año las emisiones permitidas para vehículos hasta los 93,6 gramos de CO2 por kilómetro y el límite pasará a 49,5 gramos de CO2 por kilómetro en 2030, cinco años antes del año en el que la UE se ocupó de que toda la nueva flota de automóviles y furgonetas tenga cero emisiones.
Pero la normativa también prevé multas de hasta 95 euros por el exceso de emisiones de la flota de cada fabricante, lo que resultaría en sanciones millonarias que las firmas quieren ahora evitar a través de estas agrupaciones.
Estas reglas han provocado las críticas no solo por parte del sector europeo de la automoción sino también de algunos de los Estados miembros con mayor peso en esta industria, como Italia, República Checa o Francia, que han pedido incluso no imponer las multas correspondientes a 2025.
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) advirtió que la industria corre el riesgo de perder hasta 16.000 millones de euros en capacidad de inversión por estas exigencias.