El Ministerio de Exteriores de Rusia aseguró que el corte del suministro de gas ruso por Ucrania, que entró en vigor el 1 de enero, debilita el potencial económico de Europa y que su principal beneficiario es Estados Unidos.
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SUSCRIBITEEl gobierno de Ucrania lo calificó como "una de las mayores derrotas de Moscú".
El Ministerio de Exteriores de Rusia aseguró que el corte del suministro de gas ruso por Ucrania, que entró en vigor el 1 de enero, debilita el potencial económico de Europa y que su principal beneficiario es Estados Unidos.
"El cese del suministro de combustible ruso, competitivo y respetuoso con el medio ambiente, no sólo debilita el potencial económico de Europa, sino que también tiene un impacto muy negativo en el nivel de vida de los ciudadanos europeos", señalo la portavoz de la cartera, María Zajárova, en un comunicado.
Según la funcionaria, "el principal beneficiario de la redistribución del mercado energético" europeo, así como "el principal patrocinador de la crisis ucraniana" es Washington.
"La responsabilidad del cese del suministro de gas ruso recae enteramente en Estados Unidos, el régimen títere de Kiev, así como en las autoridades de los países europeos que sacrificaron el bienestar de sus ciudadanos en aras del apoyo financiero a la economía estadounidense", exclamó la vocera.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó el fin del transito de gas ruso a través de Ucrania como "una de las mayores derrotas de Moscú".
Según el mandatario, la gran mayoría de los países europeos se han adaptado con éxito a los cambios en el mercado energético.
El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, opinó que el corte del suministro del gas ruso por Ucrania tendrá "severas consecuencias" económicas para la Unión Europea.
El sistema de gasoductos ucranianos permitía al consorcio ruso Gazprom exportar gas a Austria, Hungría, Eslovaquia y Moldavia, un contrato de tránsito por el que Kiev ingresaba unos 700 millones de dólares anuales.
No obstante, las autoridades ucranianas decidieron no prorrogar el acuerdo para impedir que Moscú obtenga recursos para financiar su ofensiva en Ucrania.
El gas ruso se ha suministrado a Europa a través de gasoductos que pasan por territorio ucraniano desde el fin de la Unión Soviética en 1991.
A finales de 2019, ambos países renovaron el acuerdo a través de un contrato de cinco años, que expiró este miércoles y que se había respetado pese a la guerra desencadenada por la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022.