Casi el 70% de los directivos de empresas de diversos tamaños y sectores de Estados Unidos, Reino Unido y Australia se mostraron convencidos de que con la IA generativa ahorrarán un promedio de cinco horas a la semana.
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SUSCRIBITECasi el 70% de los directivos de empresas de diversos tamaños y sectores de Estados Unidos, Reino Unido y Australia se mostraron convencidos de que con la IA generativa ahorrarán un promedio de cinco horas a la semana.
Se trata del equivalente a un mes al año del staff a tiempo completo.
El principal inconveniente es que aún no saben cómo aprovecharla en forma responsable.
Si bien reconocen que atenderán mejor a sus clientes y sacarán mayor provecho a sus otras inversiones en tecnología, al tiempo que se confían en que ya manejan otras herramientas de IA y modelos de aprendizaje automático, un 73% de los consultados en la encuesta de la firma estadounidense Salesforce cree que aplicar la IA generativa introduce en la organización riesgos en la seguridad.
Los últimos resultados del estudio titulado "la Generative AI Snapshot Research Series", que abarca a más de 4.000 dueños, gerentes generales, management y jerárquicos sin responsabilidad gerencial a tiempo completo, denotan que, aunque la mayoría utiliza o planea utilizar la tecnología, pocos saben cómo proteger a sus empresas de dichos riesgos.
El 61% transmite la certeza de que utiliza o planea utilizar la IA generativa en el trabajo y está dispuesto a afrontar imprecisiones, sesgos y problemas de seguridad.
Finalmente, arriesgan su propia estabilidad en la organización que los emplea.
La IA generativa está llamada a influir en el día a día de los trabajadores más que en el de los directivos.
Sin embargo, alerta que la minoría menos timorata de quienes tienen responsabilidad de decisión se estaría confiando demasiado en su capacidad para ir para adelante en forma responsable con esta nueva tecnología y expone a los colaboradores individuales.
Los ejecutivos consideran fundamental para convertir la IA generativa en una tecnología confiable que los datos también lo sean, así como la seguridad y la construcción de una base ética.
Paula Goldman, jefa de Ética y Uso Humano de Salesforce, advierte que, si bien "la IA generativa tiene el potencial de ayudar a las empresas a conectarse con sus audiencias de maneras nuevas y más personalizadas, a medida que las empresas adoptan esta tecnología necesitan asegurarse de que existen directrices éticas y límites establecidos para un desarrollo y uso seguro".
La inteligencia artificial (IA) no es una novedad científica ni mucho menos, pero el debate mundial sobre sus alcances se disparó recientemente.
El detonante ha sido el chat GPT-4, la herramienta de IA más popular del mercado en la actualidad debido a la facilidad de uso y la rapidez en sus respuestas.
En su última versión incorporó la capacidad de leer no solo texto, sino incluso imágenes y audio, lo cual condenaría a la desaparición de profesiones como las de diseñador gráfico, fotógrafo, biólogo, corrector, ingeniero o arquitecto. Y también los matemáticos, gestores, contables y auditores entran en zona de riesgo, según el reporte.