La muerte de un socio dentro de una PyME o empresa familiar suele tener un impacto emocional, pero también uno jurídico y patrimonial.
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SUSCRIBITELas herramientas legales disponibles para proteger la continuidad del negocio.
La muerte de un socio dentro de una PyME o empresa familiar suele tener un impacto emocional, pero también uno jurídico y patrimonial.
Sin planificación previa, pueden surgir conflictos entre herederos, bloqueos societarios, juicios largos y costosos, e incluso la posible disolución del negocio.
Las consecuencias de no contra con una estrategia de Exit Planning puede ser graves.
En una entrevista con Somos Pymes, la Dra. Gabriela Jacquin, abogada especializada en derecho sucesorio y societario, se refirió a las herramientas legales disponibles para proteger la continuidad del negocio.
¿Qué dice la ley argentina ante la muerte de un socio? "Cuando fallece un socio, su participación se transmite a sus herederos. Pero el impacto práctico de esa transmisión depende del tipo de sociedad", explicó la directora del estudio Jacquin & Asociados.
"En una S.R.L., por ejemplo, los herederos solo pueden incorporarse como socios si hay consentimiento unánime de los sobrevivientes", puntualizó.
"Si no lo hay, tienen derecho a recibir el valor económico de la participación, pero no ingresan a la sociedad", enfatizó la letrada.
La letrada indicó que en el caso de una sociedad anónima, las acciones se transfieren automáticamente por sucesión, salvo que el estatuto incluya restricciones.
"En cambio, en una sociedad de hecho, la falta de estructura legal formal vuelve todo aún más complejo: no hay contrato escrito ni pautas claras, lo que abre la puerta a conflictos mayores", comentó.
Según Jacquin, "los más frecuentes son el ingreso de herederos sin interés ni formación empresarial, bloqueos en las decisiones societarias por falta de consenso, judicialización del conflicto, drenaje de liquidez para compensaciones sucesorias, e incluso la pérdida de valor del negocio".
"También se generan tensiones familiares que pueden dañar vínculos personales y profesionales", ilustró la especialista.
"Nosotros acompañamos el caso de una empresa familiar de servicios logísticos, organizada como S.R.L., donde falleció uno de los tres socios", recordó la abogada en charla con Somos Pymes.
"El contrato social exigía unanimidad para que los herederos pudieran ingresar. Uno de los hijos del socio fallecido no quería participar, mientras que el otro sí deseaba un vínculo, pero sin asumir un rol activo", graficó.
"Se logró un acuerdo: uno fue compensado con bienes del acervo sucesorio y el otro recibió participación en utilidades sin voto, hasta decidir su incorporación o compensación definitiva. Este acuerdo fue homologado judicialmente", describió la experta.
"La clave fue el análisis legal previo y la voluntad de diálogo entre las partes", enfatizó la letrada.
"Existen varias", enfatizó Jacquin. "Por un lado, las cláusulas de continuidad societaria dentro del estatuto o contrato social permiten establecer mecanismos de salida ordenada del socio fallecido", dijo.
"También son muy útiles los pactos de socios, que son acuerdos privados donde se detallan las condiciones para el ingreso o exclusión de herederos, valor de participaciones, y formas de resolución de conflictos", añadió.
"Además, la planificación patrimonial individual (como testamentos, fideicomisos, donaciones con reserva de usufructo) ayuda a evitar la dispersión del capital", aseveró la directora de Jacquin & Asociados.
Y subrayó: "En empresas familiares, los protocolos familiares son esenciales para establecer reglas claras de gobernanza, distribución de roles y transición generacional.
En una PyME o empresa familiar, "la previsión es fundamental. No hay empresa familiar sólida sin planificación sucesoria", definió la especialista.
"Evitar hablar de la muerte es comprensible, pero no preverla jurídicamente es un error que puede costar muy caro. Invito a quienes lideran una PyME a revisar sus estatutos, trabajar con un abogado especializado y pensar una estrategia que proteja tanto el negocio como la armonía familiar", recomendó Jacquin.
"Además, es importante que el ingreso de las nuevas generaciones no sea solo una consecuencia de una sucesión, sino una oportunidad para renovar, innovar y hacer evolucionar la empresa de forma sostenible", concluyó.