Aunque el 91 por ciento de los dueños de PyMEs reconoce la importancia de contar con un plan de transición, solo el 16 por ciento lo ha documentado.
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SUSCRIBITEUn informe de Gustavo Schutt mostró que la cifra despierta una alarma sobre el futuro de miles de empresas.
Aunque el 91 por ciento de los dueños de PyMEs reconoce la importancia de contar con un plan de transición, solo el 16 por ciento lo ha documentado.
Esta cifra evidencia una realidad que amenaza la continuidad de las pequeñas y medianas empresas en Argentina.
La falta de planificación estratégica no solo compromete el futuro de los negocios, sino también el bienestar financiero de sus dueños y familias.
En una entrevista con Somos Pymes, Gustavo Schutt, consultor en Exit Planning, identificó qué sucede cuando un empresario decide apartarse para hacer otra actividad, sin haber preparado su compañía para el cambio.
"Para muchos dueños de negocios, poder cosechar lo que han construido a lo largo de los años debería ser una prioridad. La habilidad de monetizar esta riqueza tiene un impacto directo en su seguridad financiera y en su calidad de vida después de la transición", indicó el experto.
"Sin embargo, la realidad es inquietante. En mi informe, se revela que el 84% de las pequeñas y medianas empresas no cuenta con un plan documentado de transición", advirtió Schutt.
Esta falta de preparación pone en riesgo tanto la continuidad del negocio como el patrimonio de sus dueños, quienes suelen tener entre el 80 y el 90% de su riqueza inmovilizado en sus empresas lo que los deja vulnerables ante imprevistos.
El 50% de las transiciones empresariales son involuntarias, según datos del Exit Planning Institute (EPI).
"La mayoría de los dueños no está preparada para las transiciones inesperadas. Es como navegar sin brújula: los riesgos son enormes y las consecuencias, devastadoras para el dueño, la compañía y su entorno", graficó el entrevistado.
De acuerdo a datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y del Ministerio de Economía de la Nación, las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) son un pilar clave de la economía argentina.
El Censo Nacional de 2021, registró más de 532.000 micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), lo que equivale al 99,3% del total de firmas empleadoras en el país.
"Mi relevamiento muestra que la falta de planificación estratégica está comprometiendo la sostenibilidad de este sector vital", destacó Schutt.
Aunque el 91% de los dueños de PyMEs reconoce la importancia de contar con un plan de transición, solo el 16% lo ha documentado.
Además, el 60% no ha iniciado ningún tipo de planificación, mientras que el 77% no ha realizado procesos clave como el incremento de valor empresarial o auditorías previas (pre due diligence) en los últimos dos años.
"Esto no solo limita las opciones estratégicas, sino que pone en riesgo la posibilidad de cosechar todo el valor generado a lo largo de los años", ilustró el consultor.
"Sin planificación, los dueños enfrentan transiciones que no controlan, lo que puede derivar en decisiones precipitadas y resultados insatisfactorios", sentenció Schutt.
Y recomendó: "Es imperativo que las empresas trabajen desde ahora en planes de transición para proteger su valor y garantizar su continuidad".
"Un dueño que no conoce el valor de su empresa ni ha trabajado en su profesionalización está dejando el futuro al azar. Esto no solo afecta la empresa, sino también el bienestar de su familia y la estabilidad económica de sus empleados", exclamó el especialista.
El informe centrado en Exit Planning subraya desafíos particulares en empresas familiares, que representan el 62% de las encuestadas.
En el 30% de los casos, los dueños indican que ningún miembro familiar está preparado para asumir roles clave, y un 24% de las familias nunca ha discutido la continuidad del negocio.
"Esta falta de diálogo y capacitación complica la posibilidad de una transición ordenada y sostenible", argumentó el autor de “La reinvención del dueño”.
"El problema no es solo empresarial, también es humano. Sin diálogo ni planificación, los conflictos familiares pueden escalar, afectando tanto la operación de la empresa como las relaciones personales", planteó.
El Exit Planning es un mecanismo estratégico que debería estar integrado de forma natural en la planificación de toda empresa.
"Tener un plan de salida permite estar preparados para cuando decidamos como dueños realizar una transición, podamos hacerla y ante oportunidades inesperadas, como una oferta de compra atractiva, o para adaptarse a cambios en los intereses y aspiraciones del dueño, quien podría querer diversificar su tiempo en nuevos proyectos o intereses personales", esgrimió Schutt.
"Este enfoque proactivo fortalece la capacidad de la empresa para enfrentar cualquier transición, asegurando su continuidad y crecimiento, y maximizando el valor generado, sin necesidad de esperar eventos indeseados o forzados para actuar", definió.
Para el experto, "las transiciones empresariales no son una opción, son una certeza que debe enfrentarse con planificación y estrategia, pero su impacto puede ser positivo si se trabajan de manera proactiva".
"No se trata solo de planificar para vender; se trata de garantizar que la empresa trascienda y continúe generando valor", concluyó.