Para corregir el déficit habitacional que sufre una mayoría de argentinos, el Gobierno nacional lanzará esta semana un plan de créditos hipotecarios de amplio alcance a 30 años en pesos, sujetos a la progresión del costo de vida.
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SUSCRIBITEPara corregir el déficit habitacional que sufre una mayoría de argentinos, el Gobierno nacional lanzará esta semana un plan de créditos hipotecarios de amplio alcance a 30 años en pesos, sujetos a la progresión del costo de vida.
La iniciativa estará basada en los aportes de los bancos públicos Nación, Provincia y Ciudad. Para no afectar la liquidez de esas entidades, la ANSeS haría fuertes depósitos a plazo fijo.
Los créditos hipotecarios será en moneda local, a 30 años de plazo con sistema de precancelación, y ajustables por la denominada Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), a una tasa inicial de interés inferior al 5% anual, una de las claves del éxito que, se espera, tendrá esta iniciativa.
Como la tasa de interés arrancará en un nivel bajo, la cuota inicial será inferior a la de un crédito tradicional a tasa fija no ajustable. Esto alentaría a las entidades privadas a mejorar sus ofertas para ese mercado.
Desde el sistema financiero puntualizaron que los créditos UVA, que arrancaron en abril de 2016, se empezaron a "mover" en el último trimestre del año pasado, cuando se notó una desaceleración de la inflación.
El lanzamiento representará un desafío para la banca privada, que viene colocando créditos UVA por unos $2.000 millones mensuales, y se vería obligada a mejorar su oferta para sostener porciones del mercado.
Se estima que este sistema puede permitir que la primera cuota sea entre 50% y 60% inferior a la de un crédito tradicional, a priori una cifra menor al alquiler al que se deben someter varias familias argentinas.
La sustentabilidad del plan estará basada en la capacidad del Banco Central para mantener en orden la inflación. Cuanto menos avance el costo de vida, más demorará la "cuota UVA" en acercarse al nivel de la de un crédito tradicional.
Especialistas del sistema financiero estiman que por un préstamo de un millón de pesos una familia pagaría una cuota por debajo de los $5.000.
Es lo que cuesta, por ejemplo, el alquiler de un 2 ambientes en una zona céntrica de Morón, en el oeste de la provincia de Buenos Aires.
Si el gobierno logra instalar la idea de que las cuotas serán inferiores a un alquiler, el éxito inicial puede estar garantizado, y esto a su vez dinamizar el mercado inmobiliario.
En la actualidad, se siguen moviendo las propiedades de tres ambientes para arriba, es decir, con compradores que adquieren más para inversión que para vivienda propia, y mucha de esa plata proviene del campo, que compra para sus hijos y nietos.
Pero faltan opciones para las clases medias, en su amplio abanico, capaces de sumar los ingresos familiares para ahorrar con destino al pago de un alquiler, que ahora podrían tener la chance de ser propietarios por primera vez.
En la Ciudad de Buenos Aires se estima que la cantidad de inquilinos creció 30% entre 1998 y 2016, y a ese mercado pueden apuntar en buena medida los créditos "UVA". Algo similar ocurre en el conurbano, en especial en las ciudades más próximas a la avenida General Paz.