La brecha de género en el ámbito laboral es un gran desafío para las profesionales a nivel mundial, pese a los avances de los últimos años.
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SUSCRIBITELa experiencia de Alejandra Vecchio, cofundadora de Vecchio & Puebla Inmobiliaria, en el sector de real estate.
La brecha de género en el ámbito laboral es un gran desafío para las profesionales a nivel mundial, pese a los avances de los últimos años.
En 2024, Banco Galicia se puso como meta contar con un 25% de las posiciones de liderazgo estratégico ocupadas por mujeres.
Para ello, la entidad financiera realizó búsquedas externas para mujeres en niveles de liderazgo y desarrolló cuadros de reemplazo femeninos en áreas críticas.
Carrefour Argentina, por su lado, implementó en 2023 el programa ELLAS que tiene por objetivo fomentar y acompañar el desarrollo de mujeres que están en posiciones evolutivas.
En su primera edición participaron 20 personas del top talent de Carrefour y actualmente muchas ya asumieron nuevos roles directivos en la Sede administrativa y en la operación.
Además, la participación femenina representa un tercio en el área de las decisiones estratégicas.
En el sector inmobiliario local, las mujeres suelen ser un actor importante en términos de innovación, creatividad, y liderazgo.
Este nicho es un ejemplo de que el empoderamiento de mujeres y el liderazgo femenino en el ámbito laboral avanza.
En los últimos años, hubo un crecimiento exponencial de mujeres al frente de inmobiliarias; por eso ya hay quienes afirman que se aceleró la agenda de igualdad de género en puestos directivos dentro del rubro.
El caso de Vecchio & Puebla Inmobiliaria es característico de este proceso porque en sus 70 años de historia siempre tuvo equipos con predominio de mujeres.
Su meta es llegar con esta fórmula a los 100 años de historia familiar.
En una entrevista con Somos Pymes, Alejandra Vecchio, broker de la firma, se refirió a los cambios que se están viendo en el ecosistema local.
"Hemos ganado mucho, hemos avanzado en muchos campos y en muchas tareas en todos los órdenes, desde deportivos y artísticos hasta políticos. Ahora bien, más en relación con mi actividad, vale decir que la presidenta del Cucicba (Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) de hecho es una mujer", señaló la consultora inmobiliaria.
"Hay muchas mujeres brokers que son cabeza de oficinas. Por supuesto que, independientemente de su género, uno selecciona gente talentosa para trabajar en el equipo sean hombres o mujeres pero, en general, las mujeres tienen ciertos patrones en común como la seriedad, la responsabilidad, el modo en que toman las cosas, la metodicidad e, incluso, el manejo con el dinero", expresó al respecto.
"Son todas variables en las cuales las mujeres se destacan mucho", enfatizó la referente del sector.
Alejandra comanda la oficina de Puerto Madero junto a Nehuén Gabriel Puebla, nieto de Don Balthazar, fundador de Puebla Inmobiliaria en 1954 junto a su mujer Josefina.
"En los tiempos de Josefina, regía la célebre y terrible frase 'detrás de un gran hombre... la mujer'. Ahora, al menos, estamos al costado. Estar delante, es posible, pero sigue teniendo un costo muy alto, hay que rendir aún muchos exámenes. Pero al menos, se nos ve un poco más", remarcó la protagonista de la historia.
"Dicho de otro modo, ahora podemos ver, conocer a 'la cocinera' del restaurante, quien no deja de ser parte también responsable del éxito de ese lugar. En aquel formato, mi suegra era el motor que ideaba e impulsaba las tareas que mi suegro materializaba y daba visibilidad. Eran un muy buen equipo", admitió Vecchio.
Y dijo: "Mi suegra solía decir: 'Yo soy la cabeza y Balthazar es mi brazo ejecutor'. Todo dicho. Ella no tenía en esos momentos (las décadas del 50, 60, 70 y 80) la posibilidad de ponerse al lado de él, se la descalificaba, sino ignoraba pero lo frase lo dice todo. Ella, muy sabia, lo sabía. No escatimo en decir, sino más bien es mi obligación de que, fue Josefina, la creadora de la empresa".
(Nota: mi suegro trabajaba en Vialidad. Ella supo de que se vendían lotes en la zona oeste y mandó a mi suegro a ver de qué se trataba. Él, con un muy buen arte comerciante, comenzó a tomar esos lotes para la venta... y así se inició todo).
Sobre su aporte al crecimiento de la empresa, describió: "La presencia femenina en mis miradas, aportes, gestiones desde ese lugar. Acciones de orden, metodicidad, procesos sin dejar en ningún momento, sino más bien potenciar la sensibilidad y empatía hacia el cliente".
"Brindar una mirada más sensible y recordatoria acerca del servicio, algo que en las actividades comerciales a veces suele olvidarse", resaltó.
En otro tramo de la charla, Vecchio se refirió a los obstáculos que debió atravesar a nivel personal y profesional.
"Miedos. Inseguridades. El no sentirme capaz, o que no entraba en los clásicos cánones de vendedora de bienes raíces. Venía del ámbito de la docencia; ¡otro mundo!. No me veía en lo comercial, en absoluto", reconoció.
Y subrayó: "Poco a poco, descubrí a través de los clientes, de que siendo yo les brindaba confianza, transparencia".
"Cambié mi mirada al respecto. Incentivo siempre a quién tiene esa idea, a que confié en ello. Vender no es cambiar la forma de ser, más bien, todo lo contrario", añadió.
"No niego que esta ciudad también ha sido un desafío para mí. Cuando comencé esta actividad, no hacía un año que había llegado a Bs. As. (soy de Mar del Plata). Al comienzo, la sentí una ciudad muy 'apurada' y algo, agresiva. Tuve que adaptarme mucho a sus tiempos y energía", ilustró la emprendedora en diálogo con Somos Pymes.
Al ser consultada sobre si se sintió subestimada por algún proveedor o cliente, detalló: "Sí! Muchísimas veces. A veces, por razones de edad. Por ser mujer (mi trabajo fundamentalmente es industrial)".
"Ser mujer y joven no era una buena ecuación. A veces, incluso, por razones profesionales. Pero enhorabuena. Se aprende mucho y sobre todo, fortalece", enfatizó Vecchio.
Acerca del crecimiento de la empresa, afirmó: "No quiero pecar de arrogante ni de falsa modestia. Debo considerar mi aporte. Pero a la vez, somos un equipo. Es el engranaje del conjunto al fin -en mucho impulsado por mí- el que hace a los resultados" de la empresa.
Y aseveró: "En mi caso, se fue generando por un orden puntilloso, consistente de procesos y medición de resultados. Pero no es un progreso individual, somos un gran equipo".
Sobre la meta de cara a los próximos 10 años, mencionó: "Seguir creciendo. Proyectando. Agradeciendo a la Vida. Que la empresa siga forjándose, que sea una red que pueda sostener a quienes estamos y a quienes vendrán, en el mejor de los sentidos y para el mayor bien de todos".