Entre las próximas medidas que anunciará el gobierno de Javier Milei y que, el ministro de economía Luis Caputo, tiene decidido aplicar, se encuentra el fin de las licencias no automáticas.
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SUSCRIBITEEntre las próximas medidas que anunciará el gobierno de Javier Milei y que, el ministro de economía Luis Caputo, tiene decidido aplicar, se encuentra el fin de las licencias no automáticas.
Esta herramienta sirven para regular el comercio exterior y los productos que llegan desde el exterior.
La medida del Gobierno tendrá un impacto en industrias como la del calzado y la textil.
Las licencias no automáticas suele generar una demora en los procesos de importación, de entre 30 y 60 días, a través de requirimientos de información y documentación solicitadas por los agentes aduaneros.
El sistema SIRA, dado de bajo por Luis Caputo el 12 de diciembre pasado y su reemplazo por un sistema que "será estadístico y de información", y, que no requerirá de la aprobación previa de licencias", según anunció, tiene un link con la decisión del titular del Banco Central, Santiago Bausili, de crear los bonos BOPREAL que les permitirá a los importadores hacerse de liquidez en dólares para saldar obligaciones con empresas proveedoras del exterior, entregando pesos.
Los empresarios textiles continuarán contando con prerrogativas cambiarias y fiscales, teniendo en cuenta que, la Argentina aplica una tasa del 35% para indumentaria importada y aplica un recargo con el impuesto PAIS.
Todas medidas que se sostendrán en hasta que se resuelva el déficit fiscal y se pueda volver a un sendero de liberalización del cepo cambiario y baja de impuestos.
Este último uno de los requisitos más escuchados por “Toto” Caputo en el reciente almuezo con empresarios de la UIA.
El fin de las licencias no automáticas es uno de los requisitos centrales para volver a la OCDE, una de las gestiones que quedaron incompletas de la administración de Mauricio Macri y que Javier Milei quiere retomar cuanto antes.
La importancia de retornar a la OCDE y, por ende, a los mandatos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) está relacionada, además, con la necesidad de revertir la pésima calificación crediticia que tiene el organismo sobre el país.
Las restricciones al comercio exterior y las barreras arancelarias como las licencias no automáticas posibilitaron que la Argentina tenga la nota más baja. Y, esa calificación tiene consecuencias para las empresas que ven como los costos de los seguros aumentan desmesuradamente por tan mala nota.
El sistema de calificación tiene un rango entre 0 y 7 puntos donde el 0 es asignado a los países miembros de la OCDE y los restantes países –entre los que se encuentra Argentina– se puntúan de 1 a 7, siendo 7 la nota más baja.
Hoy la Argentina está calificada con 7, la peor nota.