Las autoridades chinas reforzaron en los últimos días la vigilancia sobre las exportaciones de tierras raras.
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SUSCRIBITEEl anuncio llega en el contexto de tensión con la Casa Blanca.
Las autoridades chinas reforzaron en los últimos días la vigilancia sobre las exportaciones de tierras raras.
Lo hicieron a través de nuevas inspecciones, medidas contra la minería ilegal y una aplicación más estricta de los controles ya vigentes sobre estos minerales estratégicos.
Según informó este miércoles el diario hongkonés South China Morning Post, gobiernos locales de regiones meridionales como Guangxi, Guizhou y Hunan están implementando directivas del Ejecutivo central que exigen supervisar toda la cadena de producción y el suministro de minerales críticos.
Las actuaciones incluyen el mapeo de exportadores, la mejora de sistemas de cumplimiento y el monitoreo de flujos de salida para evitar filtraciones irregulares.
Así, ciudades como Wuzhou y Yunfu han establecido mecanismos de coordinación regional para intensificar la lucha contra la minería no autorizada, en particular en zonas sin licencia o fuera de los límites aprobados.
Estas medidas se producen en medio de crecientes tensiones con Estados Unidos, que según medios de ese país esperaba un levantamiento de los controles tras la tregua comercial alcanzada en mayo.
China no ha confirmado hasta ahora ningún cambio en las restricciones impuestas en abril a siete minerales clave, que exigen a los exportadores obtener una licencia previa para poder venderlos al extranjero, una medida que afecta a industrias sensibles como la electrónica, la automoción o la defensa.
El pasado mes de mayo, un artículo del diario estatal China Daily que mencionaba una posible flexibilización de los controles para empresas europeas fue retirado poco después de su publicación, lo que, según analistas, indicaría un intento de acercamiento a Bruselas ante la presión de Washington.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que le "gusta" el presidente chino, Xi Jinping, aunque le parece que es "muy duro" y "extremadamente difícil" llegar a un acuerdo con él.
"Me gusta el Presidente Xi de China, siempre me ha gustado y siempre me gustará, pero es MUY DURO y EXTREMADAMENTE DIFÍCIL LLEGAR A UN TRATO CON ÉL", escribió este miércoles en un breve mensaje en su red Truth Social.
La publicación se produjo horas después de que EE.UU. activara un incremento de los aranceles sobre el acero y el aluminio, que pasan a duplicarse hasta el 50% y añaden más incertidumbre a las negociaciones con China o la Unión Europea (UE) para alcanzar acuerdos que pongan fin a la guerra comercial.
Esa suba decidida por Trump promete afectar especialmente a países como Canadá, el gran suministrador de ambos metales a EE.UU., a grandes productores de acero como México, Brasil, Corea del Sur o Vietnam, pero también a China, el segundo país que más aluminio vende a la primera economía mundial.
Su orden ejecutiva precisó que la medida es necesaria para que dichas importaciones "no amenacen con perjudicar la seguridad nacional".
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, insistió además el martes, en que Trump y el presidente chino, Xi Jinping, mantendrán esta misma semana una llamada telefónica que ayudará a desbloquear las negociaciones entre ambos países, una posibilidad sobre la que de momento no se ha pronunciado Pekín.