El precio de la carne aumentó 6,1 por ciento en abril y acumuló un alza de 65,1 por ciento en la medición interanual.
jueves 08 de mayo de 2025
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SUSCRIBITELos aumentos más grandes estuvieron en osobuco y carnaza.
El costo de comer un churrasco en Argentina.
El precio de la carne aumentó 6,1 por ciento en abril y acumuló un alza de 65,1 por ciento en la medición interanual.
Así lo mostró un informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
El valor promedio del kilo se ubicó en 12.061 pesos, constató el estudio sectorial.
Los aumentos más importantes figuraron en osobuco (9,4%), carnaza (8,1%), roast beef (7,9%), peceto (5,1%) bife ancho (4,9%) y colita de cuadril (3,3%).
Los valores más altos se observaron en lomo ($17.232), peceto ($14.664) y colita de cuadril ($14.634).
Los más económicos fueron osobuco ($7.166), falda ($7.092) y picada común ($6.346).
En tanto, el precio del pollo avanzó 8% a un valor promedio de $3.980. En un año tuvo un ajuste de 45 por ciento.
A su vez, la carne de cerdo se ajustó en abril 1,7% con un precio promedio por kilo e $7.534. En la evaluación anual el aumento es de 74,2%.
Tomando en cuenta que la inflación anual abril 2025 versus abril 2024 fue de 47%, la carne de vaca subió 18 puntos por encima del IPC y la de cerdo 27 puntos.
El consumo de alimentos continúa en baja y productos claves como la carne deben ser reemplazados por pollo o cerdo entre los sectores económicos más postergados.
En el caso de quienes están por debajo de la línea de pobreza, se produjo un traspaso del consumo de carnes a variantes como los fideos, la polenta o el arroz.
De acuerdo con datos de la consultora Scentia, en 2024, el consumo acumuló una caída del 14% en marzo, y en el primer trimestre de 2025 del 8,5%.
Otros grupos sociales empiezan a reactivar las compras de bienes durables -electrodomésticos y autos-.
Según consultoras de consumo, las personas que tienen ingresos bajos o medios-bajos, destinan una mayor porción de sus ingresos a la compra de productos básicos.
Esto refleja una pérdida importante en el poder adquisitivo de estos sectores y las bajas probabilidades de acceso a bienes durables o viajes.