La participación del productor de agroalimentos en el precio final del producto se ubicó en agosto en promedio en 24,7% por lo cual el consumidor pagó 3,5 veces de lo que recibió el agropecuario.
Para continuar, suscribite a Somos Pymes. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITELa participación del productor de agroalimentos en el precio final del producto se ubicó en agosto en promedio en 24,7% por lo cual el consumidor pagó 3,5 veces de lo que recibió el agropecuario.
Así lo mostró el más reciente informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), en agosto los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,5 veces del campo (origen) a la góndola (destino).
"El consumidor pagó $3,5 por cada $1 que recibió el productor", resaltó el estudio elaborado por el sector de Economías Regionales de la CAME.
"En promedio, la participación del productor explicó el 24,7% de los precios de venta final", ilustró.
Según el relevamiento la "mayor participación la tuvieron los productores de frutilla (60,8%), mientras que la menor fue para los de limón (9,1%)".
Con respecto a otros productos frutihortícolas, y debido a una menor oferta y calidad, el productor explicó el 35,9% del precio de góndola de la calabaza; el 35,8% del pimiento; el 34,7% de la papa y el 29,4% del tomate redondo; datos que se corresponden con el Índice de precios al consumidor (IPC) de agosto, señaló el informe.
En cuanto a la canasta de 5 productos y subproductos ganaderas, "el consumidor abonó 3 veces más de lo que recibió el productor".
El limón (11 veces), la zanahoria (8,9), el zapallito (8,6), la naranja (7,3) y la cebolla (7,2), fueron los cinco productos que presentaron mayor diferencia entre los precios de origen y destino.
Por quinto mes consecutivo, el limón fue el alimento con mayor brecha entre el productor y el consumidor.
Sus precios aumentaron 6,7% en destino, mientras que en origen tuvieron una suba del 20,3%, debido a una leve recuperación de los precios tras la sequía.
A pesar de que la diferencia campo-góndola continúa en descenso (de 12,3 veces en julio a 11 en agosto), el limón sigue siendo el producto con mayor disparidad entre ambos extremos de la cadena de valor.
Con respecto a la zanahoria, sus precios bajaron tanto al productor (7,3%) -por baja calidad de la cosecha en Mendoza, fruto de la sequía- como al consumidor (5,2%).
El zapallito, por su parte, también mostró una disminución en los precios de góndola (9,1%), pero en origen no se registraron variaciones.
Otro fue el comportamiento de la naranja, donde se observó una suba mensual del 12,7% en origen -por reacomodamiento de precios- y 21,8% en destino; y de la cebolla, con un aumento de precios del 6,1% en origen y 6,6% en góndola.