En una entrevista con Somos Pymes Radio (La Red AM 910, domingos de 6 a 8 hs), Nadin Argañaraz, presidente de Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), se refirió al camino que debe elegir el Gobierno para bajar la presión tributaria.
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SUSCRIBITEEl especialista se refirió a la estrategia que debe emplear la Casa Rosada para bajar la carga de manera genuina y sostenible.
En una entrevista con Somos Pymes Radio (La Red AM 910, domingos de 6 a 8 hs), Nadin Argañaraz, presidente de Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), se refirió al camino que debe elegir el Gobierno para bajar la presión tributaria.
Al respecto, admitió que eliminar los impuestos más distorsivos puede llegar a tardar una década con crecimiento económico.
"Argentina tiene una estructura tributaria muy compleja entres niveles de gobierno (Nación, provincias y municipios) y en los últimos años la carga tributaria ha ido aumentando", afirmó Argañaraz en el programa que conduce Christian Dátola.
"Una fuente genuina para bajar los impuestos es reducir el peso relativo del gasto público, algo que sucedió en 2024 de manera signficativa", graficó el experto.
"La eliminación del déficit fiscal posibilitó reducir la presión tributaria. De ahora en más, en un contexto de equilibrio fiscal, si se quieren bajar los impuestos de manera genuina y sostenible, el peso del gasto público debería bajar aún más y prolongarse en el tiempo", puntualizó.
"Ya no hay margen en Argentina para bajar el gasto real (obra pública, salarios, prestaciones, jubilaciones). El gasto debe crecer menos de lo que crece la economía", advirtió.
Y ejemplificó: "Si el país creciera un 5 por ciento anual durante los próximos años y el gasto público solo aumentara en línea con la población, necesitaríamos casi una década con esa dinámica para poder eliminar el Impuesto al Cheque, los Derechos de Exportación, Ingresos Brutos y Sellos en las provincias y la Tasa de Seguridad e Higiene municipal".
"Se trata de los impuestos más distorsivos en la Argentina, que dejarían de existir en nueve años", exclamó.
"Entiendo que el Gobierno tiene la idea de destinar parte de la recaudación adicional relacionada al crecimiento de la economía a bajar los impuestos y reducir la carga tributaria", dijo Argañaraz.
"También se pueden reemplazar Ingresos Brutos con un impuesto a la venta final. Hay muchas opciones que se pueden tomar", ilustró.
"Este año el Gobierno tiene un enorme desafío, que es recuperar lo que no tiene al quitar el Impuesto PAÍS. Se trata de 1 punto del producto bruto interno", dignosticó el titular de IARAF.
"Eso se va a sustituir con Ganancias, Derechos de Exportación y demás tributos. El resultado de la recaudación de enero está dentro de esos parámetros", admitió.
El sector tuvo en enero una suba de 5,6 por ciento respecto del mismo mes del año pasado y superó los 15 billones de pesos.
En términos nominales, los ingresos crecieron 95,2 por ciento, de acuerdo a un informe de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).
La mejora de los ingresos públicos por encima del costo de vida es un dato clave para la estrategia del Gobierno orientada a sostener el equilibrio de la cuentas públicas.
"Es buen arranque del año y ese mismo resultado -arriba de 5%- debe seguir tanto en Nación como provincias para no volver a aumentar más impuestos", concluyó Argañaraz.