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Deflación 

Las cinco claves para anticiparse a la Argentina que viene

Por ahora, la palabra opuesta a la inflación no está de moda, pero se vendrá a futuro. La mejor manera de poder predecir esta situación es anticiparse y ser proactivos.

Somos Pymes | Redacción Somos Pymes
Por Redacción Somos Pymes 27 de mayo de 2024 - 12:21

Por Agustín Remondino. La manera en que Javier Milei intervino en la política y en la popularidad fue a través de sus ideas innovadoras, de sus formas extravagantes, pero sobre todo desde la aplicación de la economía y de las políticas que captaron e imantaron a la mayor parte de una sociedad cansada de años de decadencia.

A partir de su aparición, se empezaron a dejar de lado o a utilizar cada vez menos algunos términos como la inflación y el déficit, entre otros, pero a su vez se comenzaron a incorporar otros que no se usaban en Argentina desde hacía más de 20 años.

Uno de ellos es la “deflación”.

Cinco claves para la economía argentina

La deflación es exactamente lo contrario, o más bien lo opuesto, de la inflación.

Significa que con la misma cantidad de dinero se puede adquirir más cantidad de productos, se valoriza la moneda, se pueden comprar más cosas y, por consecuencia, se comienza a ser más “rico”.

Para poner ejemplos claros: con la misma plata que se tenía, en lugar de comprar una tira de pan se pueden adquirir una tira y media; en lugar de una lata de atún, alcanzaría para dos.

Empecemos a describir las cinco claves de la nueva Argentina que se viene:

Para los consumidores, la deflación significa el aumento del poder adquisitivo.

Esto se genera por la disminución de los precios, la oferta de productos es mayor y la competencia crece, por lo que la elección de los productos que se consumen es más selectiva, más definida y brinda mayores opciones de consumo.

Otra de las variables que favorecen tanto a los consumidores como a las empresas y PyMEs es que estimula el ahorro.

Esto se da porque, al poder comprar mayor cantidad de productos con el mismo dinero, el excedente se ahorra, lo que permite disminuir el gasto financiero de operaciones que antes se pagaban en cuotas o apalancándose con créditos; además promueve la inversión y el crecimiento.

La innovación es la tercera clave de esta nueva Argentina.

El ahorro les permite a las empresas proyectar y encontrar nuevas maneras de funcionar, por lo que la inversión en tecnología y en investigación y desarrollo promueve que se aumente creación y desarrollo de nuevas oportunidades.

A nivel internacional, algo que permite esta situación es que promueve la libre competencia, buscando mejorar las relaciones internacionales, las relaciones con proveedores y el mejoramiento de usos de los recursos.

En un país que se vincule y promueva el crecimiento, la oportunidad de competir con otros mercados y con otros productos y la posibilidad de buscar nuevos proveedores o inversores son una gran manera de aprovecharlo.

Sin embargo, y no menos importante, la quinta clave es que esta nueva Argentina también tiene ciertos temas que le deberían preocupar y por los que deberá trabajar para evitarlos: ellos son el estancamiento económico y el desempleo, si es que el fenómeno perdura por un tiempo prolongado.

Resulta fundamental controlar y cuidar esta última clave, porque el tiempo es una variable que en un primer momento juega un papel positivo, pero que en el largo plazo, y sin las inversiones adecuadas, puede generar en empresas y en pymes un efecto negativo difícil de revertir rápidamente.

Nuevo rumbo económico

Hoy el país, las grandes empresas, las PyMEs y los consumidores están comenzando a transitar un camino de baja de inflación y en algunos casos de deflación.

Esta nueva Argentina tiene, en principio, estas cinco claves fundamentales para lo que se está buscando convertir: un país próspero y capitalista.

Por el momento, no se está hablando mucho de estos temas, porque aún la inflación afecta cada día; además, luego de lo que vivieron los argentinos en los últimos años, es difícil creer o entender que existan otras alternativas y que, además, puedan ser mejores que las que se tenían.

Por ahora, la “deflación” no es la palabra de moda, pero saber lo que depara el futuro es la mejor manera de poder predecirlo: anticiparnos y ser proactivos frente a lo que se viene por delante.

Agustín Remondino, consultor de empresas.

www.agustinremondino.com

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