El 46 por ciento de los trabajadores argentinos no aceptaría un empleo que no ofrezca oportunidades de formación en habilidades para el futuro.
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SUSCRIBITESólo el 59% firma contar con el respaldo de su empleador para desarrollar competencias.
El 46 por ciento de los trabajadores argentinos no aceptaría un empleo que no ofrezca oportunidades de formación en habilidades para el futuro.
Así lo mostró un estudio de la consultora especializada en Recursos Humanos, Randstad.
Según el estudio privado, aumentó la importancia que los empleados le dan a la capacitación en un contexto de acelerado avance tecnológico y cambios en el mercado laboral.
En 2024, la cifra reportada había llegado al 42 por ciento.
La formación en Inteligencia Artificial (IA) lidera las demandas de capacitación, siendo considerada crucial por el 33% de los argentinos para el desarrollo profesional.
A nivel regional, México encabeza la lista con un 58% de sus trabajadores priorizando la formación, mientras que Brasil y Chile se sitúan en posiciones intermedias, demostrando una tendencia generalizada en Latinoamérica hacia la actualización constante de habilidades.
La brecha entre expectativas y realidad se hace patente al analizar el apoyo que las empresas brindan a sus empleados.
Sólo el 59% de los argentinos afirma contar con el respaldo de su empleador para desarrollar competencias, cifra inferior a la media global del 64%.
Al respecto, Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, subrayó: “Con la tecnología y la digitalización avanzando a un ritmo vertiginoso, el trabajo y las habilidades que se requieren de la fuerza laboral están evolucionando a la par, generando una mayor necesidad de formación”.
En ese sentido, sentenció que hay una urgencia para cerrar la brecha de habilidades.
El estudio también destaca la percepción sobre la responsabilidad en materia de capacitación.
Mientras el 37% de los trabajadores argentinos cree que es una obligación del empleador, un 47% opina que la actualización de habilidades recae principalmente sobre el propio trabajador.
Esta inversión de responsabilidades refleja una tendencia global, donde los empleados asumen cada vez más un rol proactivo en su desarrollo profesional.
El informe de Randstad identificó que la capacidad para adquirir nuevos conocimientos se posiciona como un factor decisivo para la empleabilidad futura.
Las empresas que implementan programas de capacitación robustos no sólo fortalecen a su equipo, sino que también potencian su marca empleadora, atrayendo talento en un mercado cada vez más competitivo.
Este enfoque integral en la formación se perfila como clave para enfrentar la obsolescencia de las habilidades y adaptarse a un entorno laboral en constante transformación.