Las PyMEs manufactureras comenzaron a ver cierta pérdida de intensidad de la recesión en el tercer trimestre de 2024.
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SUSCRIBITELo más preocupante sigue siendo la capacidad de retener los recursos humanos.
Las PyMEs manufactureras comenzaron a ver cierta pérdida de intensidad de la recesión en el tercer trimestre de 2024.
Los resultados corresponden a la Encuesta Coyuntural de la Fundación Observatorio PyME (FOP) realizada entre 500 empresas del sector.
A lo largo de los 9 meses transcurridos de 2024, se vio un comportamiento dual entre las PyME manufactureras y las de software y servicios informáticos.
"Mientras que la recesión tuvo impacto en el segmento manufacturero, en las PyME se software y servicios informáticos se vio el sostenimiento de la actividad, aunque con menor dinamismo en la primera parte y un mejor desempeño en el tercer trimestre de 2024", ilustró el estudio privado.
Entre las PyMEs manufactureras se comenzó a ver "cierta pérdida de intensidad de la recesión".
De todas formas, las variables se mantuvieron en terreno negativo. Las ventas deflactadas acumularon 11 trimestres consecutivos a la baja y en el trimstre se vio una mejora en los datos interanuales (-1%) que "en parte es por una ya baja base de comparación".
La producción se contrajo un 13 por ciento interanual y fue el sexto trimestre de caída consecutiva.
"Esta evolución tiene su correlato en la ocupación, lo más preocupante por la centralidad de retener recursos humanos entre las PyMEs. Se contrajo un -7% i.a., la mayor baja de la serie trimestral que inicia en 2016", constató la FOP.
El PMI-PyME de la industria manufacturera (Purchasing Managers’ Index o Índice de Gestores de Compras PyME) creció desde el nivel mínimo del I-24 y se ubica en 50 en el III-2024, "el umbral entre la recesión y la expansión", ilustraron los especialistas.
A su vez, el ICE-PyME (Índice de Confianza Empresarial PyME) de la industria manufacturera mostró que crece la confianza desde octubre de 2023, ubicándose en un nivel levemente optimista.
Por componentes, la perspectiva sobre situación actual con respecto a un año atrás se ubica aún en niveles bajos (42 puntos del subíndice), mientras que el componente de expectativas se mantiene en terreno positivo e, incluso, mejoró con respecto a la medición de julio 2024.
Entre las firmas de software y servicios informáticos, el sector sostuvo tasas de crecimiento positivas en 2024, aunque fueron las menores de la post-pandemia.
En el III-2024, las ventas deflactadas crecieron 11% y la ocupación un 3% interanual, revirtiendo la desaceleración evidenciada en la primera mitad del año.
El ICE-PyME (Índice de Confianza Empresarial PyME) del sector software y servicios informáticos creció desde octubre del 20223, ubicándose en niveles de optimismo.
Por componentes, la perspectiva sobre situación actual con respecto a un año atrás se ubica en 50 (nivel de indiferencia), mientras que el componente de expectativas para dentro de un año se mantiene en terreno positivo, pero sin cambios en los últimos 6 meses.
Los precios PyME de software y servicios informáticos siguieron avanzando por debajo de precios al consumidor y presentan un rezago también frente al tipo de cambio, aunque la brecha se achicó en el último trimestre.
Adicionalmente, los salarios también evolucionaron por encima de los precios en el sector, pero perdiendo poder adquisitivo en términos de precios al consumidor, resaltó el informe de FOP.
La Fundación Observatorio PyME constató que la industria atraviesa problemas típicos de los ciclos recesivos (62% mostró preocupación por la caída de las ventas y 53% por aumentos de costos salariales), mientras que las empresas de software y servicios informáticos reflejan problemas vinculados con la expansión y el futuro.
"Como aspecto positivo, en el caso de la industria disminuyó la preocupación por la caída de ventas y la suba de costos, con relación a julio de 2024; en tanto, creció ligeramente la preocupación por la dificultad para hacer frente a la demanda (signo de cierta mejora en las ventas)", ilustró el estudio.
Por otro lado, en un contexto de apreciación cambiaria y reducción del Impuesto PAÍS, aumentó la preocupación por la pérdida de mercado a manos de importadores.
"En ambos sectores hay preocupación por la estructura de costos en relación con los precios de venta", puntualizó FOP.
"El cuadro descripto plantea el interrogante sobre cómo se enfrentarán las tensiones que, típicamente, generan los programas de estabilización basados en la contracción del nivel de actividad, la apreciación cambiaria y la apertura externa, dado su impacto sobre la competitividad de los sectores transables", plantearon los especialistas.
"Minimizar el impacto sobre el empleo y la destrucción de capacidades requiere de medidas que actúen para mejorar de modo indirecto la competitividad de los transables: reduciendo impuestos, generando algún tipo de política diferencial para los que exportan o compiten con las importaciones", concluyó el informe.