La calificadora de riesgo Morningstar DBRS subió el lunes la nota de Argentina como emisor de deuda.
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SUSCRIBITESe comprobó el fortalecimiento de la capacidad de pago del Gobierno.
La calificadora de riesgo Morningstar DBRS subió el lunes la nota de Argentina como emisor de deuda.
Esto se debe a las mejores perspectivas macroeconómicas y el fortalecimiento de la capacidad de pago del país.
La agencia subió las calificaciones como emisor de deuda en moneda local y extranjera a largo plazo a ‘B baja’ (grado de inversión especulativa), desde ‘CCC.’ (inversión especulativa de alto riesgo), con tendencia "estable".
"La suba refleja la mejora de las perspectivas macroeconómicas de Argentina y el fortalecimiento de la capacidad de pago del Gobierno", indicó la firma internacional en un comunicado.
Morningstar DBRS esgrimió que la administración de Javier Milei ha llevado adelante un "gran ajuste fiscal" este año, el cual dará como resultado el primer superávit fiscal de Argentina desde 2008.
"La escala y el diseño anticipado de la consolidación han mejorado las perspectivas para las finanzas públicas, han reducido los riesgos de refinanciación de la deuda local y actuó como ancla para la estabilización macroeconómica", ilustró la misiva.
El informe observó que, "a pesar de la profunda recesión económica del primer semestre de 2024, el presidente Milei sigue siendo popular" y podría "aumentar su base legislativa y asegurar la agenda de reformas" en las elecciones de medio término a celebrarse en 2025.
La semana pasada, Fitch Ratings elevó la nota de Argentina como emisor de deuda en moneda extranjera a largo plazo (IDR), de CC a CCC, con un riesgo país doméstico ya por debajo de su media histórica (780 puntos básicos).
La firma resaltó la mejora de la “confianza en la capacidad del país para hacer frente a los próximos pagos de bonos en moneda extranjera sin una reestructuración”.
La agencia internacional detectó un crecimiento de las reservas, impulsado por el blanqueo de capitales, que atrajo más de 20.000 millones de dólares y una reducción de los diferenciales de los bonos soberanos.
Sin embargo, advirtió que persisten algunos problemas, como el bajo nivel de reservas netas y la incertidumbre del financiamiento en el exterior.
Fitch destacó los progresos realizados en la reducción de la inflación y la estabilización económica.
Pero señaló los riesgos vinculados a las políticas cambiarias y a las futuras obligaciones de deuda, en particular en 2025.