El ghosting organizacional es un término que se ha vuelto cada vez más relevante en el entorno laboral actual y está arrojando luz sobre un problema que afecta tanto a los colaboradores como a los clientes. Esta falta de comunicación y retroalimentación por parte de los empleadores o supervisores puede tener un profundo impacto en la salud de tu empresa.
El ghosting organizacional se manifiesta cuando un colaborador se siente desatendido, ignorado y desconectado en su lugar de trabajo. Este vacío de comunicación puede llevar a un torbellino de emociones negativas, desde la incertidumbre hasta la frustración. El colaborador se enfrenta a una disyuntiva constante, ya que no recibe una dirección clara ni sabe si está cumpliendo con las expectativas de la empresa. "Este desasosiego no solo afecta su bienestar emocional, sino que también impacta directamente en su desempeño y productividad, lo que, a la larga, puede mermar su satisfacción en el trabajo", señala la cofundadora de Gimnasio de Emociones, Verónica Dobronich.
Este fenómeno no se limita a los colaboradores internos. Los proveedores y clientes de la empresa también se ven afectados. Cuando la organización no brinda una comunicación efectiva y consistente, se siembra la semilla de la insatisfacción y la desconfianza. La falta de respuestas o retroalimentación clara puede erosionar la confianza y el respeto mutuo, lo que a menudo se traduce en relaciones comerciales tensas y, en última instancia, pérdidas financieras, advirtió la experta.
Además de su impacto en los colaboradores y clientes, el ghosting organizacional puede minar la cultura laboral y la relación de confianza entre los empleados y la alta dirección. "Los colaboradores pueden sentir que no se les valora ni se les respeta, lo que puede resultar en una disminución del compromiso y la lealtad hacia la empresa. Una cultura donde el ghosting organizacional es tolerado conduce a un ambiente de trabajo poco saludable, lleno de tensiones no resueltas y falta de motivación", asegura Dobrinich.
Para abordar esta problemática, es crucial implementar una serie de medidas:
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Establecer canales de comunicación abiertos y accesibles: Los colaboradores deben sentirse cómodos expresando sus inquietudes y recibiendo feedback. La comunicación debe ser un proceso bidireccional, no un monólogo.
Reuniones regulares de retroalimentación: Establecer momentos para discutir logros, áreas de mejora y metas a futuro. Esto proporciona a los colaboradores una guía clara y una sensación de dirección.
Fomentar una cultura de transparencia: Promover el diálogo abierto y constructivo es esencial. La honestidad y la sinceridad en la comunicación son pilares fundamentales.
Capacitación en retroalimentación efectiva: Los líderes y supervisores deben aprender a dar feedback de manera constructiva, evitando juicios negativos y críticas destructivas.
Reconocimiento y valoración: Es importante reconocer y valorar el trabajo y los logros de los colaboradores de manera regular. Un simple gesto de aprecio puede tener un impacto significativo.
Ambiente de confianza: Fomentar la seguridad psicológica en el lugar de trabajo, donde los colaboradores se sientan cómodos compartiendo sus preocupaciones y opiniones sin temor a represalias, es esencial.
Metas y expectativas claras: Desde el principio, se deben establecer metas y expectativas claras, proporcionando a los colaboradores un marco de referencia para su desempeño y desarrollo.
Oportunidades de crecimiento: Ofrecer oportunidades de desarrollo profesional demuestra un compromiso con el bienestar de los colaboradores y su avance en la empresa.
Retroalimentación de 360 grados: Implementar sistemas que incluyan opiniones y evaluaciones de colegas y subordinados proporciona una visión completa del desempeño del colaborador.
Comunicación proactiva en tiempos de cambio: Durante periodos de incertidumbre, brindar información actualizada sobre el estado de la organización y su visión a futuro es crucial para mantener la confianza.
Al seguir estas recomendaciones, las organizaciones pueden fortalecer la relación con sus colaboradores, promoviendo un ambiente de trabajo saludable, productivo y enriquecedor para todos los involucrados.
La retroalimentación, lejos de ser un elemento periférico, es el motor del crecimiento profesional y el bienestar laboral. La comunicación, por lo tanto, debe ser un compromiso constante y prioritario para todas las organizaciones que buscan prosperar en un mundo laboral cada vez más desafiante.