La actividad industrial de China se contrajo este mes por cuarto mes consecutivo como consecuencia de la débil demanda doméstica y global.
Para continuar, suscribite a Somos Pymes. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITELa débil demanda profundizó la entrada del sector en números negativos.
La actividad industrial de China se contrajo este mes por cuarto mes consecutivo como consecuencia de la débil demanda doméstica y global.
Así lo mostró el Índice de Gerentes de Compras (PMI) publicado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
El Índice, que mide la actividad sectorial, totalizó 49,2 puntos este mes, apenas por encima de los 49 puntos de diciembre.
Un puntaje superior al umbral de 50 significa que la actividad del sector está en expansión, mientras que un número inferior significa contracción.
Si bien mejor que el dato de diciembre, la cifra de enero estuvo ligeramente por debajo de los 49,3 puntos, que estimaban analistas consultados por la agencia Bloomberg.
La caída de la industria responde al débil consumo interno y a la letárgica demanda importadora desde el exterior.
Este mes, si bien hubo una mejoría en la demanda desde el exterior, el pesimismo dentro de las fronteras impidió que el PMI industrial regrese al terreno positivo.
El analista de la ONE Zhao Qinghe afirmó que el repunte “sugiere que la confianza en la economía tuvo alguna mejoría” y destacó que el subíndice de nuevas órdenes de exportación fue de 47,2, el mejor nivel desde septiembre, lo cual sería un signo positivo en cuanto a la demanda externa.
Si bien la industria tradicionalmente tiene un bajón estacional en las semanas previas al Año Nuevo Lunar, los economistas explicaron que los números negativos no responden sólo a ello.
“La estacionalidad no puede explicar, por si sola, estos números. Se necesitan políticas para motorizar la demanda”, señaló el economista Bruce Pang, de la consultora Jones Lang Lasalle.
El PMI no manufacturero, que mide la actividad en la construcción y los servicios, totalizó 50,7 puntos, por encima de las expectativas.
“No hay signos de una vuelta de tuerca. Hay una perspectiva pesimista en la actividad”, manifestó, Galvin Chia, estratega de la consultora NatWest Markets con sede en Singapur.
Apuntando a restaurar la confianza, Beijing realizó múltiples esfuerzos para estimular la economía, incluyendo reducciones en los encajes y las tasas para los bancos y mayor acceso al crédito para el sector inmobiliario, actualmente en crisis.
“Los detalles del PMI de este mes muestran que la demanda tuvo un limitado repunte. E incluso eso fue principalmente motivado por la demanda externa. La doméstica sigue en complicaciones pese a varias medidas de estímulo desde la segunda mitad del año pasado. El mensaje es claro: se necesita más ayuda”, esgrimieron los economistas Chang Shu y Eric Zhu.
Economistas del banco HSBC, en la misma línea, consideran necesarias para el crecimiento “más políticas coordinadas de impulso, particularmente aquellas fiscales”.
Los analistas creen que el gobierno chino revelará un paquete ambicioso de medias a lo largo de los próximos meses, puntalmente en marzo, cuando se reúna la legislatura nacional.
La industria china, por otra parte, se encuentra amenazada por tensiones geopolíticas y la posibilidad de que socios comerciales como la Unión Europea restrinjan la exportación de productos como autos eléctricos.