Una de las primeras certezas que dejó el presidente Javier Milei en sus discursos es la desregulación de precios en la economía, incluso advirtió que no cree en la necesidad de un plan como "Precios Justos" para contener las subas en productos d consumo masivo.
Este movimiento, destinado a liberar las fuerzas del mercado, ha generado diversas reacciones entre productores, comerciantes y consumidores, con escenarios diversos y mucha incertidumbre sobre el futuro económico del país. Todo esto con subas preventivas que se registran desde la victoria de Milei en la segunda vuelta electoral.
Consultado por Somos Pymes, un empresario y lider de una importante cámara de la industria alimenticia, que prefirió mantener el anonimato, ofreció diversas definiciones sobre cómo se inició la semana en cuanto al movimiento de precios en el sector, que las detallamos a continuación:
Mercado poco ofertado, y en tensa calma:
La desregulación de precios ha dejado un mercado alimenticio que, por el momento, se encuentra poco ofertado. La ausencia de controles gubernamentales ha llevado a algunos productores y comerciantes a adoptar un enfoque cauteloso, esperando a observar cómo se desenvolverá la situación antes de fijar precios y estrategias a largo plazo. Esta calma tensa se refleja en el ambiente empresarial, donde la incertidumbre sobre los márgenes de ganancia y la competencia futura ha creado un clima de espera y observación.
Mucha incertidumbre en el horizonte:
Los actores del mercado están lidiando con la falta de predictibilidad en los costos y la volatilidad en los precios, lo que dificulta la planificación a largo plazo. La ausencia de un marco regulatorio claro ha llevado a que cada actor de la cadena de suministro adopte un enfoque cauteloso, esperando claridad antes de tomar decisiones significativas.
Impacto diferenciado de la devaluación:
Algunos productos se ven directamente afectados, con precios que reflejan la depreciación del valor de la moneda. Por otro lado, existen productos que han ajustado sus precios utilizando el dólar informal como referencia, anticipándose a posibles fluctuaciones.
Productos "priceados" con dólar informal:
Esta nueva realidad ha llevado a que algunos productos estén "priceados" con el dólar informal. Esta estrategia, adoptada por ciertos sectores de la industria, implica la fijación de precios basados en el mercado cambiario paralelo, buscando cierta estabilidad en un contexto de alta volatilidad económica. Sin embargo, esta táctica también genera preocupaciones sobre la accesibilidad de los productos para los consumidores, especialmente aquellos con menores ingresos.
Productos con el dólar 50/50:
Otro escenario se presenta con productos que adoptan un enfoque híbrido, utilizando una mezcla de referencias cambiarias, como el dólar 50/50, la mitad a dolar oficial y otra parte con el informal. Esta estrategia busca equilibrar la necesidad de ajustar precios con la realidad de un mercado cambiario inestable.
En este contexto de cambios radicales, el desafío para la industria alimenticia es encontrar un equilibrio entre la adaptación a la nueva dinámica del mercado y la posibilidad de no perder consumidores. Mientras los actores del sector esperan claridad y estabilidad, la tensa calma persiste, marcando los primeros compases de la era Milei en la economía argentina.