El Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos se contrajo un 0,3 por ciento en el primer trimestre a ritmo anualizado.
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SUSCRIBITELas principales causas fueron el aumento de las importaciones y una reducción del gasto gubernamental.
El Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos se contrajo un 0,3 por ciento en el primer trimestre a ritmo anualizado.
Se trata del primer dato trimestral negativo desde 2022 y el primero que incorpora el inicio de la presidencia de Donald Trump.
Según los datos publicados por el Buró de Análisis Económico (BEA), la caída del primer trimestre del año se debe al aumento de las importaciones y a una reducción del gasto gubernamental.
El dato intertrimestral mostró una contracción algo menor a 0,1 por ciento.
El gasto de los consumidores, un dato clave para la economía estadounidense, creció un 1,8% en el primer trimestre del año, pero por debajo del nivel de los seis meses anteriores.
Esta es la primera caída del PIB estadounidense en tres años y coincide con la llegada de Donald Trump al poder el pasado 20 de enero, que abrió un proceso de incrementos arancelarios a nivel global, recortes en el gasto federal y anuncios de rebajas de impuestos.
En un ejemplo más de la incertidumbre que ha creado la guerra comercial, los analistas esperaban un suba de 0,4% en el primer cálculo del PIB para el primer trimestre, pero posteriormente estimaron que el dato sería negativo.
La caída del 0,3% entre enero y marzo pasados contrasta con el repunte de 2,4% calculado para el último trimestre de 2024.
El incremento del 41,3% de las importaciones, algo que se puede deber a la necesidad de anticiparse a los aranceles que comenzaron a entrar en vigor en febrero y abril, restó más de 5 puntos porcentuales al dato de actividad económica, mientras que las exportaciones se incrementaron solo un 1,8%.
El consumo de los hogares, que representa dos terceras partes de la economía estadounidense, es la mitad del 4% de aumento registrado en el período octubre-diciembre de 2024.
La inversión nacional privada se incrementó un 21,9%, con lo que el dato del PIB no es del todo negativo.
El índice de precios de gastos de consumo personal (PCE) en Estados Unidos, un dato clave que la Reserva Federal (Fed) observa de cerca en sus decisiones sobre las tasas de interés, cerró el mes de marzo con un alza del 2,3% interanual.
Es un dato ligeramente menor que el 2,5% de febrero, informó este miércoles la Oficina de Estadísticas Económicas (BEA).
En términos mensuales los precios se mantuvieron sin cambios, frente al 0,4% de febrero.
Excluyendo los alimentos y la energía, los elementos más volátiles, el índice subyacente de precios del PCE aumentó un 2,6% en comparación con el mismo mes de 2024, dos décimas menos que en febrero, en línea con lo previsto por los analistas.
Los precios de los bienes energéticos y servicios relacionados decrecieron un 2,7% en marzo, mientras que los precios de los alimentos experimentaron su mayor aumento desde septiembre, con un alza de un 0,5% con respecto a febrero.
El gasto de consumo aumentó un 0,7 por ciento respecto a febrero.
El índice de precios PCE se calcula con base en la inflación (o deflación) de una amplia gama de gastos de consumo y refleja los cambios en el comportamiento del consumidor.
Es clave para la Fed, que lo observa de cerca a la hora de decidir sobre política monetaria, junto con la inflación subyacente, el desempleo o el Producto Interior Bruto (PIB), que se contrajo un 0,3% en el primer trimestre del año, el primer dato negativo desde 2022, según informó este miércoles la BEA.
Los tipos se encuentran actualmente en una horquilla del 4,25 al 4,5% y la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) para evaluar posibles subas o bajas tendrá lugar el 6 y 7 de mayo.