En el competitivo mundo de la joyería, las nuevas ideas, la innovación y la creatividad son recursos que marcan la diferencia.
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SUSCRIBITEEn el competitivo mundo de la joyería, las nuevas ideas, la innovación y la creatividad son recursos que marcan la diferencia.
Sobre todo en tiempos de crisis, la necesidad de resguardar ahorros se hace cada vez más imperiosa y genera incertidumbre. En este sentido, la creación de lingotes de oro fino es un testimonio de la habilidad para transformar un metal antiguo y venerado en una obra moderna, que trasciende el tiempo y el valor financiero para convertirse en un símbolo de riqueza y estabilidad.
Un ejemplo de esta apuesta es Leiva Joyas, una pyme familiar que lleva 50 años en el mercado de la joyería.
"El motor siempre fue la pasión compartida por la tasación de joyas, relojes, piezas de arte, antigüedades y también por el rubro. Y si bien notamos un gran crecimiento desde los comienzos, confiamos y apostamos siempre a la Industria Argentina, por ejemplo, lanzando productos propios, como los lingotes de oro en diferentes gramajes", dijo a este medio el tasador y gemólogo certificado de Leiva Joyas, Francisco Naranjo.
"A lo largo de todos estos años atravesamos diferentes épocas del país, por supuesto, pero siempre teniendo presente el amor por la profesión y por la industria que queremos hacer crecer. Al hablar del rubro en sí, somos apasionados por todo lo que tiene que ver con la historia del arte. Si bien hay momentos en los que recibimos a más personas y momentos en los que se acerca menos gente a nuestro salón, siempre estamos en esa búsqueda constante de ofrecerle cosas nuevas a nuestros clientes, y eso nos posiciona como la joyería más importante de Argentina", aseguró el especialista.
En tiempos de crisis, la venta de joyas adquiere una relevancia aún mayor. Más allá de ser un simple accesorio, las joyas representan un refugio de valor en momentos de incertidumbre económica.
Su durabilidad, belleza atemporal y valor intrínseco las convierten en una inversión sólida que puede brindar seguridad financiera en situaciones adversas.
Además, las joyas tienen el poder de elevar el ánimo y aportar un toque de lujo y elegancia en momentos en que la moral puede verse afectada.
Por lo tanto, la necesidad de vender joyas en tiempos de crisis no solo responde a un deseo de resguardar el patrimonio, sino también a la búsqueda de un símbolo de esperanza y belleza en medio de la adversidad.
"Cada vez son más las personas que se acercan a cotizar sus joyas, para luego con el dinero obtenido, adquirir lingotes de oro fino, ya que la inversion en oro es la mejor manera de resguardar los ahorros", reveló.
"Siempre se siguió apostando al país intentando ofrecer cosas nuevas que mejoren las experiencias de nuestros clientes, en los últimos años lanzamos los lingotes, y también la aplicacion para almacenarlos de forma 100% gratuita y por tiempo indeterminado en nuestro salón", comentó Naranjo.