martes 15 de julio de 2025
  • Temas del Día

Alcanzaste el límite de 40 notas leídas

Para continuar, suscribite a Somos Pymes. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.

SUSCRIBITE
Emprendedoras

Cómo Cocoliche estructuró su modelo de negocios y obtuvo la certificación de Empresa B

La construcción de la PyME argentina especializada en el rubro de la ropa de segunda mano.

Por Karina Longo 10 de junio de 2025 - 11:40

Brenda Andersen y Constanza Darderes, cofundadoras y directoras de Cocoliche, relataron en charla con Somos Pymes el recorrido de la empresa desde los primeros pasos hasta la certificación como empresa B.

La PyME opera en el sector de la moda circular, a partir de la reventa de ropa usada.

La industria textil fue (y es) objeto de críticas por su modelo de “moda rápida”.

Frente a esto, algunas empresas pequeñas y medianas desarrollan modelos centrados en la reutilización de prendas.

Según Andersen, la extensión de la vida útil de la ropa permite reducir el impacto ambiental asociado a la producción de nuevas prendas.

Cuando hablamos de “moda rápida”, nos referimos a un “modelo de desarrollo lineal, demandante de materias primas vírgenes, externalización de costos socio-ambientales y que estimula la reducción del tiempo de uso de las prendas, con el consecuente aumento de la huella de carbono del sector.

En este sentido, la reutilización de prendas hace que el impacto ambiental se reduzca a medida que el usuario extiende la vida útil de sus prendas”, indica la emprendedora.

Origen y evolución del modelo

El emprendimiento comenzó en 2013, tras un viaje de seis meses por América Latina.

A su regreso, las fundadoras organizaron una feria para vender ropa propia en desuso.

El interés del público motivó nuevas ediciones y, eventualmente, la incorporación de prendas de terceros.

A lo largo del tiempo, el proyecto incorporó herramientas de gestión, estructura operativa y procesos formales.

Actualmente, Cocoliche cuenta con seis puntos de venta (la casa matriz en La Plata, tres locales en CABA, un local exclusivo de niños y una tienda online con llegada a todo el país).

El modelo de negocio contempla tanto a personas que compran ropa usada como a quienes la entregan para su reventa.

image.png

Estructura operativa

La empresa establece criterios de calidad, fija precios, y define un esquema de comisiones para los proveedores particulares.

Las prendas que no ingresan al circuito comercial se destinan a organizaciones sociales.

La clasificación, rotación de stock y control de calidad son considerados aspectos centrales para el funcionamiento.

El equipo está compuesto por más de 60 personas.

Según sus fundadoras, cada tienda cuenta con personal capacitado para evaluar el estado de las prendas y determinar su ingreso al sistema de venta.

image.png

Desafíos del modelo circular

“Cuando comenzamos, en la ciudad no había nada igual. Fue un desafío llegar a tanto público y romper barreras con respecto a lo que era comprar ropa de segunda mano. La clave estuvo en hacer una buena selección de prendas, de calidad, en buen estado y tener métodos de gestión organizados y transparentes”, comenta Brenda.

Otro desafío tiene que ver con la trazabilidad y el estado de las prendas.

“A diferencia de la producción tradicional, donde se parte de materiales nuevos, en la moda circular cada prenda es única, lo que implica procesos muy detallados de selección, control de calidad, clasificación y control de stock. Esto demanda tiempo, personal capacitado y una estructura sólida”, agrega Constanza.

En 2020, la firma obtuvo la certificación como Empresa B, convirtiéndose en una organización certificada de Triple Impacto.

Este proceso implicó formalizar prácticas existentes y revisar aspectos legales y organizativos.

La certificación exige que la empresa tome decisiones considerando impactos económicos, sociales y ambientales.

Según Andersen y Darderes, el proceso ayudó a sistematizar prácticas ya en marcha e integrar criterios de impacto a nivel estructural.

image.png

Recomendaciones para otras PyMEs

Las fundadoras señalan tres puntos principales para empresas que buscan incorporar criterios de sostenibilidad:

1. Definir un propósito claro, real y viable.

2. Comunicar de manera honesta con los clientes, apostando por un marketing ético que no exagere logros ni oculte desafíos.

3. Ser coherentes. Alinear las prácticas internas con los valores comunicados al exterior.

“Creemos que el impacto no debe ser aislado, sino una práctica coherente que atraviese todas las decisiones de la empresa. Por eso, buscamos integrarlo a la cultura de la empresa”, agregan las protagonistas de la historia.

image.png

Amistad y Sociedad

Ser amigas antes que socias fue importante. Comparten valores, tienen buena comunicación y roles definidos.

Con el crecimiento, incorporaron estructura operativa y comenzaron a delegar funciones.

En cuanto a la relación con el entorno, la empresa participa de espacios comunitarios y utiliza sus canales de comunicación para difundir información sobre el modelo de negocio.

Señalan que las motivaciones para vender o donar ropa suelen ser económicas o ambientales, dependiendo del perfil de cada persona.

La empresa define precios y porcentajes de comisión, y las prendas que no se reciben se derivan a organizaciones sociales.

El rol de la innovación

La innovación es esencial para romper prejuicios y cambiar la percepción tradicional de ropa usada.

A través del branding, el diseño de los locales, la selección de prendas y la comunicación en redes, la marca pudo transformar el concepto de “segunda mano” en algo aspiracional.

Esta firma logra dar un giro que revaloriza lo usado y lo convierte en símbolo de estilo, sostenibilidad y exclusividad.

“Creemos que el mundo está cambiando y que la moda puede ser una herramienta de transformación", exclaman Brenda y Constanza.

A través de la compra y venta de ropa de segunda mano, buscamos contribuir activamente a la reducción del consumo masivo, fomentar la reutilización de recursos y acompañar una transición hacia hábitos de consumo más sostenible”, afirman las fundadoras, quienes se sienten orgullosas de pertenecer a una PyME que las representa como personas.

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar