La negociación entre la cooperativa láctea SanCor y la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) no llegó a destino y los trabajadores podrían reanudar las medidas de fuerza por reclamos salariales.
Para continuar, suscribite a Somos Pymes. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEFinalizó la conciliación obligatoria y no se descartan nuevas medidas de fuerza.
La negociación entre la cooperativa láctea SanCor y la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) no llegó a destino y los trabajadores podrían reanudar las medidas de fuerza por reclamos salariales.
La compañía y representantes del gremio celebraron un audiencia de conciliación en el Ministerio de Capital Humano en la que los trabajadores rechazaron la propuesta de extensión voluntaria de común acuerdo de la conciliación obligatoria.
El 16 de enero el Ministerio extendió por cinco días hábiles la conciliación que había dictado el 22 de diciembre pasado período en el que se mantuvieron las diferencias.
Fuentes gremiales señalaron a la prensa que “es imposible” avanzar en el diálogo porque la cooperativa no da respuesta al pago de los salarios.
En el acta de la audiencia, el la cartera gubernamental indicó: “Dado que las partes mantienen sus posturas, (la empresa niega deudas, pero la representación gremial lo ratifica) la autoridad exhorta a continuar con las tratativas, extremando los esfuerzos, con el fin de permitir encontrar alternativas de solución, manteniendo la buena disposición de las partes para negociar en aras del mantenimiento de la paz social y el mejoramiento de relaciones entre las partes, en un marco de buena fe”.
Capital Humano instó a continuar con el diálogo pero ATILRA lo rechazó y no se descarta que vuelvan las medidas de fuerza.
El gremio inició hace más de dos meses las asambleas de entre cuatro a seis horas que afectaron la producción de SanCor, cerrando una planta y reduciendo su volumen general.
Esto trajo pérdidas por 4.500 millones de pesos para la firma láctea.
Durante todo el proceso, Atilra cuestionó la forma en que el Ministerio trata el conflicto.
“La conciliación obligatoria dictada y su prórroga ha sido ilegal, arbitraria y manifiestamente injusta, colocando al trabajador en riesgo para el caso de no acatar”, expresaron los sindicalistas.