Las lluvias registradas en los últimos días en el centro y norte de Santa Fe, que oscilaron entre los 40 y más de 200 milímetros según la zona, favorecieron a los cultivares de soja de primera que se encontraban en etapa de llenado de grano e inicio de maduración.
Esto generó expectativas "muy favorables" por los futuros resultados, resaltó el informe semanal que elabora el Ministerio de Desarrollo Productivo de la provincia y la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Los efectos de las lluvias en los cultivos de soja
"Las nuevas precipitaciones en momentos oportunos" permiten augurar "resultados que serían totalmente diferentes a los de la campaña anterior", indicó el estudio sectorial.
La soja de primera abarca en esta campaña unas 976.500 hectáreas, muchas de las cuales pudieron revertir "síntomas de déficit hídrico", en tanto las restantes "consolidaron los estados bueno, muy bueno y excelente de los cultivares".
En cuanto a la soja tardía o de segunda, con una superficie sembrada cercana a las 600.000 hectáreas, "también se beneficiaron con las lluvias que revirtieron la realidad existente y continuaron con el desarrollo vegetativo e inicio del período de floración, bajo condiciones más favorables".
Por otra parte, el proceso de cosecha de girasol se llevó a cabo un par de días, en el centro y sur del área de estudio, pero luego debió interrumpirse por las condiciones climáticas, al igual que lo ocurrido con el cultivo de maíz temprano.
En la zona norte finalizó la cosecha de girasol con rendimientos promedios que alcanzaron valores mínimos de entre 9 y 12 quintales por hectárea, y máximos de entre 16 a 24 quintales.
En cambio, en las zonas centro y sur "a los cultivares se los encontró en etapa final de fructificación, en estado bueno a muy bueno como resultado de las condiciones climáticas".
Las condiciones de la producción de maíz
Los rendimientos de la cosecha de maíz temprano en el sector norte oscilaron entre mínimos de 45 quintales y máximos de 63 quintales por cada hectárea, con lotes puntuales de 65 quintales y un grado de avance para la región del 75% de la superficie sembrada.
En el sector norte, los rendimientos mínimos obtenidos oscilaron desde 45 a 47 quintales y los máximos de 60 a 63 quintales, con lotes puntuales de hasta 65 quintales y un grado de avance del 75% de los lotes.
Finalmente, en el sector centro los rendimientos mínimos obtenidos estuvieron entre los 50 y 57 quintales, los máximos entre 80 a 90 quintales y lotes puntuales que llegaron a 100 quintales, con un grado de avance del 30%.