El Social Commerce, concepto sencillo pero con un impacto revolucionario, se erige como una de las tendencias más disruptivas en la era digital. Según el managing Director de Accenture Song Hispanoamérica, Ezequiel Arslanian, esta innovadora forma de comercio electrónico está reconfigurando la relación entre marcas y consumidores, transformando por completo la dinámica del comercio tradicional.
En esencia, el Social Commerce va más allá de la simple interacción en redes sociales. Integra las funcionalidades del comercio electrónico directamente en las plataformas sociales, permitiendo a los usuarios no solo compartir contenido, sino también descubrir, evaluar y adquirir productos sin abandonar su red social favorita.
Es la capacidad de recorrer el feed de Instagram o Facebook y encontrarse con reseñas de productos, transmisiones en vivo de influencers presentando artículos, y la posibilidad de comprar esos productos con un solo clic.
Las cifras respaldan la magnitud de esta tendencia. En octubre de 2021, dos influyentes chinos, Li Jiaqi y Viya, generaron ventas por valor de $ 3.000 millones de dólares en un solo día, triplicando las ventas diarias promedio de gigantes como Amazon. Según proyecciones de Accenture, se espera que el Social Commerce genere movimientos económicos de hasta 1,2 billones de dólares a nivel mundial para 2025.
¿Qué hace tan atractivo al Social Commerce? Arslanian destaca la introducción de una dimensión social en la experiencia de compra. Los consumidores confían en las recomendaciones de amigos, familiares e influencers, creando un entorno donde la compra se arraiga en relaciones y conexiones auténticas. El informe “Social Commerce Survey” destaca que los consumidores valoran aspectos fundamentales del comercio digital al comprar en redes sociales, como reembolsos sencillos, calificaciones honestas, reseñas de otros compradores y notificaciones de compra.
Para las marcas, este fenómeno representa una oportunidad dorada. El Social Commerce permite un acercamiento más orgánico y directo con el cliente al estar inmersos en su día a día digital.
Las empresas pueden ofrecer productos alineados con las tendencias actuales y aprovechar el poder del "boca en boca" digital, donde una buena reseña puede impulsar significativamente las ventas.
En palabras de Arslanian, el Social Commerce no es una moda pasajera; representa una evolución natural de cómo los consumidores digitales desean interactuar, descubrir y comprar en línea. Las marcas que sepan adaptarse y aprovechar este nuevo escenario estarán mejor posicionadas para conectar con sus audiencias y prosperar en la economía digital del futuro.
Con el Social Commerce, las redes sociales se convierten en mucho más que simples plataformas de interacción; se transforman en el epicentro de una experiencia de compra completamente nueva y emocionante.