El secretario de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía, Juan Pazo, se reunió el miércoles con representantes de la empresa SIDERSA.
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SUSCRIBITESe busca “revolucionar la producción de insumos esenciales como el hierro de construcción”.
El secretario de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía, Juan Pazo, se reunió el miércoles con representantes de la empresa SIDERSA.
Los directivos le presentaron un plan de inversión inicial por US$ 300 millones para instalar una planta siderúrgica de última generación en San Nicolás (Provincia de Buenos Aires).
La inversión, que incluye US$ 100 millones destinados a la tecnología importada y US$ 200 millones a la producción nacional, busca “revolucionar la producción de insumos esenciales como el hierro de construcción”, indicó la empresa.
El proyecto no solo fortalecerá el mercado interno sino que también impulsará las exportaciones, asegurando la generación de empleos y el desarrollo económico en la región.
El anuncio se da en un momento crítico para la industria argentina, con la caída del consumo debido a la recesión.
Esto afectó especialmente a los sectores textil y metalúrgico.
Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la actividad industrial PyME cayó un 19% interanual en el primer cuatrimestre del año.
En abril, registró un retroceso del 18,3% debido a la escasez de consultas y pedidos de producción.
El presidente de Industriales PyMEs Argentinos (IPA), Daniel Rosato, indicó que en las últimas semanas se incrementaron las suspensiones de trabajo y que en lo que va del año se registraron al menos 60.000 despidos en el sector.
En esa línea, señaló que la productividad se frenó debido a la falta de demanda y al incremento de la compra de equipamiento en el exterior.
"Hoy una PyME está trabajando con el stock y sus reservas", subrayó el directivo.
Durante el encuentro, se detallaron los alcances del plan de inversiones, alineado con el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).
La iniciativa posibilitará la creación de 300 puestos de trabajo directos de alta calidad y 3.500 empleos indirectos en sectores como la recolección de chatarra y la construcción.
Los representantes de SIDERSA destacaron que la planta producirá 360.000 toneladas anuales de hierro de construcción, marcando un hito significativo, ya que hace 50 años que no se construye una siderúrgica integrada en la Argentina.
Además de abastecer a las cadenas de producción nacional, el proyecto de SIDERSA tiene previsto exportar el 30% de su producción, lo que equivaldría a 100 millones de dólares anuales.
Esta exportación dependerá de la demanda local, fortaleciendo así la balanza comercial del país.
Uno de los aspectos más destacados de la nueva planta es su tecnología de última generación.
Esta tecnología permitirá un menor plazo de construcción, una mayor productividad y un significativo cuidado del medio ambiente, con emisiones de CO2 que serán la mitad de las generadas por las tecnologías convencionales.
Se convertirá en una planta única en América Latina por sus altísimos estándares de calidad y la más sustentable del mundo gracias a sus tecnologías de reciclado de chatarra, integración de producción y ahorro de energía.
La construcción de la planta abarcará tanto la etapa de acería como la de laminación, lo que permitirá sustituir importaciones anuales y reforzar el impacto positivo en la balanza comercial.
Este proyecto también tiene como objetivo revitalizar el corazón siderúrgico de Argentina, trabajando con la comunidad local para reactivar carreras universitarias y terciarias relacionadas con el sector.