Siempre se habló en el ámbito empresario y universitario sobre la importancia del activo de una empresa.
sábado 30 de noviembre de 2024
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SUSCRIBITE Nunca olvidemos que tratamos con personas para crecer en facturación, para tener la mejor imagen, para ser reconocida, para tener el mejor equipo de trabajo, afirma el autor de la columna.
Siempre se habló en el ámbito empresario y universitario sobre la importancia del activo de una empresa.
Para muchos, esos son las cosas materiales que tiene la empresa; para otros, el dinero que tiene la empresa como ganancia y para repartir los dividendos.
Por ejemplo, si cotiza en bolsa.
Y para otros existe hace varios años un nuevo activo que son las personas.
Esas personas son importantísimas para toda empresa, porque colaboran en el día a día del negocio para que este funcione.
En el ecosistema empresario conviven una infinidad de actores que interactúan entre sí dependiendo del área en la cual se encuentran desempeñando sus actividades.
Según cada país y cada mercado, las últimas tendencias en negocios y tecnologías por ejemplo demoran en llegar en más o en menos tiempo de ahí que pueda llegar a haber una leve demora en ser aplicadas en la empresa.
Más allá del activo físico y financiero que tenga una empresa, hay uno que es fundamental y, como dijimos, son las personas. Esas mismas personas que conviven e interactúan tanto con los llamados clientes internos como con los clientes externos.
Las personas reciben el apoyo de la tecnología, según en el área en la cual trabajan. Eso les hace el trabajo más fácil, llevadero y ameno.
Esas personas están a la espera de poder trabajar con superiores que tengan un alto nivel de empatía, que sepan tratarlos con respeto, educación y se den cuenta cuando algo anda mal. También reconocerlos cuando hicieron bien un trabajo.
Las personas son el activo más importante que puede tener una empresa.
Nunca olvidemos que tratamos con personas para crecer en facturación, para tener la mejor imagen, para ser reconocida, para tener el mejor equipo de trabajo.
Las máquinas ayudan y suman, sin embargo, las personas mucho más.
De eso se trata.
(*) El autor es director Marketing Experience Consultin y fundador de Gaelo y Salva Alfonsa