La gente no compra sus alimentos, paga su alquiler, sus impuestos y su prepaga en base a los índices, porcentajes y estadísticas interanuales.
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SUSCRIBITELos salarios/ingresos NO se recuperan y es difícil sobrevivir en la Argentina de las estadísticas.
La gente no compra sus alimentos, paga su alquiler, sus impuestos y su prepaga en base a los índices, porcentajes y estadísticas interanuales.
Estas cuestiones se la dejamos a los economistas, poco empáticos por el sentir social y de su poca comprensión de la económica domestica o la microeconomía, que, opinión aparte, “no se acomoda con los mercados”.
La economía laboral no se recupera, el mercado laboral no genera empleo genuino, seguimos con 6 millones de asalariados privados pobres y 11 millones de asalariados no registrados (en negro).
Los salarios reales no se recuperan y como consecuencia de que no se genera empleo de verdad, la pobreza sigue igual o aumenta.
Sobre esto último, es difícil entender los informes que confirman una baja de la pobreza a causa de la suba de salarios, algo que no está pasando.
Mejor dicho, los básicos de convenio (salario) suben, aumentan, pero siguen por debajo de toda sobrevivencia humana.
La pobreza, que se convirtió en Argentina en una clase social per se, es un grave problema medular y estructural. Está asentada hace más de 20 años.
La recuperación se puede dar de una sola manera: educando a la cultura del trabajo y generando puestos de trabajo.
El empleo es la única fuente de ingresos legítima; no es la suba de salarios lo que hace que la pobreza se reduzca, sino la generación de empleo y la inversión en educación, en todas sus formas.
Está claro que la pobreza no se reduce con la suba del salario, sino con generación de empleo genuino.
Eso, a su vez, genera una fuente de ingreso real de la sociedad. Este factor confirma el postulado del principio relacionado a que los salarios no se están recuperando.
Un empleado que trabaja 8 horas por día de lunes a viernes, bajo la rama de Comercio. Estamos hablando de 1.5 millones de asalariados en el país.
Por mes, esta persona tiene en su mano la suma de, promedio $950.000 (promedio entre las 4 categoría de Comercio CCT 130/75).
En el caso de los empleados que trabajan en un Hotel o en Gastronomía, donde sus servicios son 4 días y un franco, por 6 u 8 horas de trabajo, estamos hablando de 900 mil asalariados en el país.
Esta persona por mes tiene en la mano la suma de $980.000 (promedio entre sus 4 categorías UTHGRA 389/04).
Acabo de ilustrar con DATOS, no estadísticas ni porcentajes, lo que cobran en la mano el 45% de los asalariados privados del país, casi la mitad.
Me puedo extender a la Bancaria CCT 18/75 con un ingreso en mano de $1.648.500 (medio millón de asalariados); y Sanidad (Fatsa) CCT 108/75 y 122/75, también medio millón de asalariados en el país sin revisar sus números desde diciembre del 2024.
Dentro de 4 sindicatos tenés a más de la mitad de los asalariados privados del país.
Estos ganan una miseria mensualmente: con una canasta básica de mínima equivalente a $2.000.000, claramente un empleado de banco es pobre.
Los salarios no le ganan a la inflación y no se recuperan hace mucho tiempo.
El empleo genuino no crece, permanece estancado hace 20 años; la pobreza, transformada en una nueva clase social, le ganó la batalla a la clase media laburante y el poder de compra de un argentino promedio no tiene valor alguno.
Como dije al principio de mi análisis, un empleado de banco o uno de comercio que llega su casa a última hora del día y pasa por el súper a comprar la cena, no la compra con los índices, los porcentajes o los valores interanuales.
Compra su cena con dinero que no es suficiente para bancar las 4 comidas.