El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que su país "no cederá" en la cuestión de las compras gubernamentales en las negociaciones del tratado comercial entre la Unión Europea y el Mercosur.
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SUSCRIBITEEl presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que su país "no cederá" en la cuestión de las compras gubernamentales en las negociaciones del tratado comercial entre la Unión Europea y el Mercosur.
En un discurso ante empresarios industriales, el mandatario admitió que la concreción del acuerdo se puede demorar "un poco más" de lo previsto debido a las discrepancias en este punto, en el que prometió no ceder, porque significaría "matar la posibilidad de crecimiento de las pequeñas y medias empresas".
"Del mismo modo que Francia defiende de forma muy fervorosa sus productos agrícolas y su vino, nosotros vamos a defender a la pequeña industria en esta negociación", afirmó el gobernante en una intervención en la Federación de las Industrias de Sao Paulo (FIESP).
Desde comienzos del año, ambos bloques retomaron las negociaciones para cerrar el acuerdo comercial entre ambos bloques, que fue concluido a nivel técnico en 2019, tras dos décadas de tratativas, pero que está pendiente de conclusión.
Entre los puntos negociados, los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) acordaron permitir un mayor acceso en las licitaciones públicas, dando un trato de empresa nacional a las compañías europeas.
Los países sudamericanos también criticaron recientemente las nuevas exigencias medioambientales que están tratando de incluir en el acuerdo los países europeos, que incluso abren la posibilidad a la aplicación de sanciones.
No obstante, el presidente Lula ha manifestado en varias ocasiones su apoyo a la conclusión del acuerdo, que le gustaría que se pueda firmar en el segundo semestre de este año, coincidiendo con la presidencia brasileña del Mercosur.
Autoridades de Uruguay y de España expresaron su interés compartido de impulsar una pronta ratificación del acuerdo comercial para aprovechar un momento de "reapertura" y evitar caer en un nuevo "impasse".
Así lo destacaron la vicepresidenta de Uruguay, Beatriz Argimón, y el secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo de España, Juan Fernández Trigo, durante un encuentro internacional titulado "Acuerdo Unión Europea – Mercosur: Una gran oportunidad", del que participaron también economistas y referentes en la cooperación iberoamericana.
Al inicio del evento, que tuvo lugar en simultáneo desde la Casa de América en Madrid y la sede de la Cámara Española de Comercio de Uruguay (Camacoes) en Montevideo, Fernández Trigo indicó que para España junio puede ser un mes clave en los esfuerzos de destrabar el acuerdo.
"Estamos esperanzados de que en junio podamos conseguir que por lo menos haya una ronda negociadora decisiva", dijo.
Además, aseveró que, en un momento marcado por la presentación por parte de la Comisión Europea de un compromiso medioambiental que puede preocupar a los del bloque suramericano, los movimientos de la UE pueden ser decisivos.
"Esperemos que el próximo viaje de la presidenta de la comisión, Úrsula Von der Leyen, pueda marcar una meta que ya sea, si no inmediata, por lo menos alcanzable en los próximos meses", remarcó.
Fernández Trigo recordó en su intervención que el acuerdo multiplicaría tanto la inversión como un comercio entre bloques regionales que supone hoy en intercambio de bienes y servicios unos 122.000 millones de euros (unos 130.814 millones de dólares) y advirtió de los peligros de volver a enfriar el acuerdo.
"Si entramos en un impasse esta vez puede ser irreversible (...), creo que también podemos encontrarnos con que ese lugar de privilegio que podría darnos en la relación con el Mercosur este acuerdo lo ocupen otros", indicó, a lo que apuntó que China está ocupando un lugar "preeminente" en el comercio internacional.
Por su parte, la vicepresidenta uruguaya dijo que para su país, "parte activa y fundacional" del Mercosur, la definición del acuerdo, que avanzaba en un ritmo "un poco lento", ha entrado en un ámbito de "reapertura" y "empieza a tener características auspiciosas".
Argimón aseguró haber atestiguado cómo el acuerdo fue uno de los temas centrales cuando en enero, en su visita a Montevideo, el presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, se reunió con su par uruguayo, Luis Lacalle Pou.
Además, remarcó que tanto su país como los demás socios del Mercosur "con distinto nivel de compromiso" han llevado adelante los cuidados necesarios en materia ambiental, que constituyen una de las preocupaciones de los europeos más reticentes.