El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, explicó que el objetivo del Gobierno es "mantener una población gravada por el Impuesto a las Ganancias cercano al 10 por ciento de los asalariados", que "representan entre el 25% y 26% de la masa salarial total".
El funcionario defendió la suba a 175.000 pesos del piso de tributación y que exime de pagarlo a 1.267.000 empleados.
La medida "entra en vigencia a partir de septiembre, no es retroactivo", dijo en una conferencia de prensa desde Casa Rosada, al término de una reunión que mantuvo con el presidente Alberto Fernández.