Analistas del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) remarcaron que "durante el período crítico se justifica que se tomen decisiones priorizando la salud de la población, aunque suba el déficit fiscal, pero tratando que tengan el menor impacto negativo sobre la economía a largo plazo".
Los economistas de la entidad que depende de la Fundación Mediterránea señalaron que la pandemia del coronavirus encuentra a la economía en recesión desde hace casi dos años y con necesidad de aumentar el gasto público en salud y en ayudas y compensaciones a la población, y que "si la cuarentena se extiende deberán diseñarse soluciones adicionales para las personas y empresas más afectadas".
En ese sentido reconocieron la necesidad de aumentar el gasto público en salud y en ayudas y compensaciones a la población, con caídas de recaudación y sin fondos de ahorro previo (anticíclico) en el sector público (nacional ni provincial), pero consideraron que "se deben tomar decisiones muy ponderadas para cuidar las vidas humanas, minimizando el costo fiscal y el efecto negativo sobre la economía".
Según el informe, para financiar el mayor gasto público destinado a los problemas causados por la pandemia, habrá sólo dos caminos: emisión de dinero (a nivel nacional), y recortes transitorios de gastos prescindibles del Estado en los tres niveles de gobierno.
De todos modos, "una mayor inflación no se daría tanto en el corto plazo, dada la caída que existirá en la actividad económica (-3% anual o más), aunque sí podría darse a mediano y largo plazo, una vez superados los mayores problemas generados por la pandemia, si no aplican medidas compensatorias".
Los economistas Marcelo Capello, Laura Caullo y Agustín Cugno resaltaron que "las decisiones que se tomen como consecuencia de la pandemia deberían apuntar a morigerar efectos sobre la economía a corto plazo, pero en la medida de lo posible sin disminuir las posibilidades de crecimiento a largo plazo".