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Precarización laboral

El por qué de la precarización laboral y cómo revertirla

24 de mayo de 2019 - 10:07

En la actualidad que estamos viviendo o, mejor dicho, sobreviviendo, percibo al trabajo cada vez mas precarizado en el sentido de que la necesidad de la sociedad, nos hace ser esclavos de dicha precarización.

Con mayor frecuencia, las personas encuadradas en una relación laboral, registrada o no, no están a gusto con su empleo. No analizando de caer o fomentar la precarización laboral, sino que nos han empujado a una nueva modalidad de precariedad laboral, la cual, la denomino “precarización laboral por necesidad”.

La precarización laboral por necesidad es un camino que la gente, involuntariamente, ha tenido que elegir por las condiciones del plano económico, social e institucional que estamos viviendo en nuestro país.

Solo mencionando tres factores, me llevan a desarrollar la precariedad laboral por necesidad, ellos son: la presión tributaria, la ausencia de proyectos y la total pérdida de confianza en las instituciones.

Desde jóvenes universitarios a jubilados desesperanzados, toda la sociedad ha caído en una profunda precariedad en el mundo del trabajo por la mera necesidad de sobrevivir en un contexto de plena recesión, retroceso del salario y estancamiento neto de la economía argentina, componentes estos que producen una privación absoluta en la sociedad de su capacidad de ahorro y una penuria eterna en las empresas, generadoras de empleo, de financiamiento e inversión productiva.

El mercado y la economía laboral se encuentra en un estado de estancamiento profundo que nos va costar mucho tiempo recuperar la confianza en la cadena de trabajo.

Hay una doble tentativa nueva en la sociedad argentina. Esta tentativa bilateral la veo, de un lado de los trabajadores, de estar tentados de aferrarse a cualquier empleo, en las condiciones mas precarias con el mero objetivo de llevar el pan a sus familias. Del lado de las empresas, tienen una tentación, involuntaria, de contratar mano de obra no registrada porque no pueden cubrir la presión tributaria y las artimañas impositivas que están transitando.

Si pensamos la situación actual en términos nominales, vemos un Salario mínimo vital y móvil en la Argentina que, de vital y móvil, tiene una desnutrición conceptual situado en $12.500; (USS 266); tenemos un Promedio de Remuneración para los trabajadores estables de $31.523 (USS 685) y una escuálida jubilación mínima de $10.400 (USS 221). Estos valores representan en una caída del poder adquisitivo de mas del 12%, un empleo en negro del 32% y un derrumbamiento de los alimentos básicos que debe contar todo salario o beneficio jubilatorio para cubrir el básico de una población.

Precisamos, y es parte de mis propuestas renovadoras, concientizar a la sociedad de 5 cimientos fundamentales. Estos ejes deben llevar a la sociedad al camino de la inclusión y las condiciones dignas y justas de empleo genuino, basados en la pena seguridad jurídica para las empresas resguardando la previsibilidad económica, recursos y formación constante, nutriendo a los aparatos estatales y a los actores políticos de capacidad académica y formación política-social.

Como laboralista y analista jurídico, pienso en un desarrollo y una evolución en el mundo del trabajo con un solo eje central: Relaciones laborales en un marco sin conflictos laborales.

Esta definición, que a primera vista parece una expresión de deseo, no está vinculada a que no haya fricciones o discusiones entre trabajadores y empleadores, ya que esto es parte de la genealogía del trabajo; sino que esas relaciones laborales, se inicien, se desarrollen y culminen en un marco de paz social.

Primera propuesta: La Comunicación

Propuesta Inclusiva, digna y protectoria del trabajo en todas sus formas, predominando el dialogo asertivo como regla elemental para la resolución de conflictos. Sin actores políticos ni sindicales que ensucien el diálogo y entorpezcan la relación. Esto se logra con el fruto de la capacitación profesional a los empresarios y a los trabajadores con premisas con el único objetivo, el trabajo.

A su vez, una adecuada y técnica política de empleo que genere puestos de trabajo genuino, desde la temprana edad, con una coyuntura favorables a los trabajadores y las empresas, enfatizando en la baja de impuestos en deterioro de las empresas y en la equidad de género e inserción laboral, además de la capacitación constante y sistémica.

Segunda Propuesta: La Capacitación

La constante capacitación en las empresas y en los trabajadores en el marco de la iniciativa de emprender para progresar dentro de la empresa y fuera de ella. Esto mediante el desarrollo de políticas de empleo para llevar a una relación bilateral a un marco de paz dentro de cada empresa, antes durante y a la terminación la relación laboral que los une.

Una capacitación de oficio a todos los ciudadanos con políticas de formación, técnica y académicas, con miras al futuro del trabajo y las nuevas modalidades laborales para evitar la precarización laboral y caer en la necesidad del trabajo.

Dotarlos de nuevas tecnologías con la debida inserción al mundo tecnológico y la era de las nuevas modalidades laborales, vistas estas, como el futuro del trabajo y el trabajo del futuro.

Tercera propuesta: Las Políticas Públicas

Debemos orientarnos al diseño de políticas públicas locales, que ayuden a combatir problemáticas que afectan al ámbito del trabajo de manera global como la clandestinidad laboral, el trabajo infantil, el trabajo en negro, la precariedad de las nuevas modalidades laborales y el mal uso de la aplicación práctica de las leyes laborales y sociales. Esto mediante la sistematización y unificación de un solo cuerpo normativo de las normas laborales y de la seguridad social logrando la codificación de dichas normas para no caer en vaguedad legislativas y arbitrariedad estatal.

De esta manera, el Estado, mediante su poder legislativo, debe estar presente para afrontar una ineludible reconversión laboral y para atender los movimientos que esa situación traerá acarreados. Debe asimismo, procurar por la coexistencia de las normas laborales y la inserción, a dicha unificación, a las normas en materia internacional, que protegen el derecho del trabajo y al trabajo mismo.

Cuarta Propuesta: La Inserción laboral en todas sus formas

La inserción laboral para jóvenes y para personas mayores, buscando reducir la brecha que existe entre varones y mujeres en este ámbito. Impulsar y fomentar, por todos los medios de comunicación y redes sociales, el desarrollo de posibilidades de empleo en oficios no tradicionales para mujeres. Fomentar la responsabilidad social empresaria mediante la implementación de becas realizando un acercamiento cara a cara entre empresas y postulantes, que eluden intermediarios y facilitan la inserción de los trabajadores.

Desde la práctica formativa, en las empresas, generan un programa de inserción laboral, instruyendo al joven, y beneficiando a las empresas en materia tributaria y fiscal.

Siempre, mediante el diálogo entre la intervención de los actores: Estado, empleadores y trabajadores, que nos permitirán promover el cumplimiento de los derechos laborales en todo el país.

Se debe insertar a los jóvenes en la nueva era del mundo del trabajo generando nuevos emprendedores que formen empresas para generar auténticos puestos de trabajo.

Quinta propuesta. La Seguridad jurídica

En nuestra sociedad y en el mundo, debemos incorporar un concepto “sin empresas no hay empleo” y “sin empleo no hay consumo”, sin consumo no hay economía que soporte el análisis. Debemos radicar el concepto de “empresa mala” “trabajador malo”, debemos pregonar por un concepto basado en la equidad y la igualdad entre iguales mediante la implementación de una adecuada seguridad jurídica para ambas partes.

Dejemos de inflar el concepto de la industria del juicio y de que despedir un trabajador provoca el cierre de una fábrica. Si logramos incorporar el actor jurídico y velar por la plena seguridad para ambas partes sin caer en ventajismo o elocuencias partidistas, lograremos que las empresas y los trabajadores desarrollen su relación laboral con una protección jurídica que les de plena seguridad, antes, durante y al terminar su vinculo laboral.

Toda empresa que se le otorgue plena seguridad jurídica, mediante la implantación de una armadura, que la proteja jurídicamente, podrán darle su enfoque, los componentes de las mismas, a la producción, inversión y la generación de mas puestos de trabajo, lograr este blindaje jurídico, es sin lugar a duda, un éxito en el mundo del trabajo para toda la sociedad.

En definitiva, si queremos que el trabajo exista para todos los argentinos, sin precarización o cualquier epíteto que resulte pernicioso para los trabajadores o las empresas, debemos desde ya, todos empezar a construir el camino que nos guíe mediante las cinco propuestas renovadoras ya mencionadas, al desarrollo real y verdadero del trabajo, en donde se respeten todas las garantías del trabajador y del empleador y siempre, claro está, en un marco de paz social.

 

Dr. Juan Pablo Chiesa

Presidente de la Asociación de Profesionales Representantes de Emprendedores y Empresarios Afines (APREEA).
Abogado. Doctrinario Laboralista. UBA. 
Analista Jurídico en medios de Comunicación
Autor del libro “Los principios de la empresa y los Sueldos” (Una mirada práctica para la confección de haberes)

www.asesoriachd.com.ar
aula.asesoriachd.com.ar  

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