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SUSCRIBITE Durante la segunda semana de marzo se complicó la recolección de la oleaginosa en la zona más importante del país y demás regiones, que están ahora en estado de alerta ante las últimas lluvias que superaron los 100 mm y los caminos rurales deteriorados.
Se trata del sureste de la provincia de Santa Fe, noroeste y noreste de Buenos Aires y el sur del territorio cordobés, que integran la Zona Núcleo, de acuerdo a un informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
"En lo que va de marzo, los registros de esas áreas superan los 100 mm. Napas que crecen y caminos en mal estado. Las lluvias volvieron a dar muestra de cuan vulnerable es el estado de la caminería en la región", destacó el informe.
Los técnicos de GEA graficaron que "la vulnerabilidad de la cosecha aumenta, justo cuando se está a días de comenzar con fuerza", en la zona núcleo productiva.
También remarcaron que "siguen los súper rindes en el comienzo de la cosecha 2016-2017. Esta vez es Pergamino (Buenos Aires) la que se destaca con resultados que van de 10.000 a 13.000 kilos por hectárea en la primera tanda de los maíces tempranos".
La mayoría de los cuadros esperan que descienda la humedad de los granos para no pagar los productores abultadas sumas de secado.
Los cuadros cosechados han sido lotes bajos, con severos riesgos de no poder ser cosechados, si se desata un marzo tormentoso que atente contra la resistencia de las cañas y disminuya aún más la cantidad de plantas, precisó la BCR.
"Las lluvias que se vienen produciendo desde el jueves pasado dejaron caminos con huellas que dificultaron el tránsito. Aunque moderadas, fueron suficientes para deteriorar los caminos y complicar el acceso a muchos lotes", señalaron los especialistas de la plaza rosarina.
Las precipitaciones cayeron otra vez sobre el noreste de Buenos Aires y el sudeste de Santa Fe, con más de 60 mm: "El mayor registro de la semana se midió en Santa Teresa (Santa Fe), con 110 mm, Ramallo (Buenos Aires)le sigue con un total de 95 mm", identificó el informe sectorial.
Las condiciones del suelo vuelven a complicarse en las zonas afectadas, con napas en ascenso y caminos en mal estado: "Vuelve a percibirse que las condiciones de cosecha se han deteriorado y se está peor que hace un año atrás", precisó el reporte de la GEA.
Pero los pronósticos a corto plazo son alentadores: no se esperan lluvias para la semana que viene, el buen tiempo permitiría acelerar el secado de los granos de maíz y comenzar una fuerte actividad de recolección en el fin de semana.
Respecto de la soja de primera implantación cada vez falta menos para conocer sus resultados: "Con un 55% de los lotes tornándose marrones y perdiendo hojas, las sojas de primera están a tan solo 10 días de comenzar la cosecha de los primeros lotes", advirtieron los especialistas.
Reconocieron que "son muy altas las expectativas y puede haber agradables sorpresas. Los rindes promedios rondarían los 4.000 kilos por hectárea, los máximos podrían superar los 5.500 kilos por hectárea".
"El grueso de la recolección tendrá lugar a fin de mes", confirmaron mientras que también señalaron que "este mes las chinches tuvieron un pico poblacional que encendió la alerta en la oleaginosa de diciembre".
Para los técnicos de GEA, "si no se llega a tiempo, los granos picados pueden tener problemas en la comercialización. La oleaginosa que fue sembrada en diciembre avanza en el llenado de granos, en condiciones muy buenas a buenas en el 75% de la región".