El alto nivel de incertidumbre, los costos elevados y la dificultad de acceso al capital son los principales motivos que aducen las empresas para frenar sus proyectos de expansión.
domingo 08 de septiembre de 2024
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SUSCRIBITEEn igual situación se encuentra el 20% de las firmas de software y servicios informáticos.
Las estadísticas relevadas por FOP.
El alto nivel de incertidumbre, los costos elevados y la dificultad de acceso al capital son los principales motivos que aducen las empresas para frenar sus proyectos de expansión.
Así lo mostró un Informe Especial de la Fundación Observatorio PyME denominado “Ánimo inversor y proyectos frenados en las PyME. Situación actual y perspectivas”.
Sobre una situación estructural de divergencia creciente de la productividad del trabajo entre las empresas pequeñas y las de mayor dimensión, entre octubre de 2023 y abril de 2024 "se produjo una mejora importante de la confianza empresarial, que no necesariamente tracciona la propensión a invertir".
"Si bien entre las PyMEs de software y servicios informáticos asciende del 17 al 41% el porcentaje de empresas que consideran un buen momento para invertir, entre las PyMEs manufactureras esa proporción casi no ha sufrido variaciones", subrayó el estudio privado.
En el arranque de 2024, el 29 por ciento de las PyMEs manufactureras y el 19 por ciento de las PyMEs de software y servicios informáticos presentan proyectos frenados.
"La alta incertidumbre y los altos costos, junto con la dificultad para acceder a capital, agrupan los principales motivos del freno a la inversión productiva", resaltaron los investigadores de FOP.
Desde octubre de 2023, se observó una mayor confianza entre las PyMEs, aunque no necesariamente se ve traducida en una mayor propensión a invertir.
El sector experimentó una caída de 20,4 por ciento interanual durante junio, y acumula un retroceso de 19,1 por ciento en el primer semestre del año.
Así lo mostró un relevamiento elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
El dato del sexto mes del año es el octavo descenso consecutivo y el cuarto registro que muestra una profundización de la tendencia al superar al mes previo.
Luego del derrumbe del 30% interanual en enero, se había atenuado el retroceso al 9,9% en febrero pero en marzo se volvió a acelerar al 11,9%, en abril al 18,3% y en mayo al 19%.
En la comparación mensual se produjo una contracción de 3,1 por ciento, por lo cual se cortó el repunte en los dos meses previos -5,3% en mayo y 3,1% en abril-.
Además, el Índice de Producción Industrial PyME (IPIP) aportó otro indicador negativo que refleja el difícil momento del sector a causa de la recesión, al revelar que el uso de la capacidad instalada descendió más de 10 puntos porcentuales en junio, ubicándose en apenas 60,1%, frente al 70,3% de mayo.
Desde CAME, expresaron que “este cambio refleja la compleja coyuntura que atraviesa el sector” y ante el nuevo rendimiento adverso de la actividad sostuvieron que “si bien este mes se mantuvo con costos y precios más estables, no alcanzó para despertar una demanda que refleja la caída en el poder adquisitivo de las familias”.
En este marco, puntualizan que “el 35,6% de las empresas consultadas señalan que la medida más esperada en este momento sería una reducción de impuestos, mientras que otro 14,6% menciona la flexibilización de las normativas laborales”, considerando que “se tratan ambas de políticas que permitirían reducir los costos y mejorar la rentabilidad”.