Dos hermanos, uno médico y otro gastronómico, alquilaron un local en el barrio de Cañitas para abrir un emprendimiento gastronómico. Pero resultó ser que la instalación de gas, tan necesaria para las cocinas, no estaba hecha. Sin la posibilidad de seguir invirtiendo para realizarla, decidieron que el destino los obligaba a pensar un concepto que no requiriera de fuegos.
Gabriel y Pablo Ponce abrieron Piccadely en el año 2006, justo cuando Argentina llegó hasta los cuartos de final en el Mundial de Alemania.
Y sin saberlo, los destinos del deporte nacional quedaron impregnados en el ADN de la marca. “Tenemos cinco mundiales, igual que Messi” aclara Gabriel Ponce, que se enorgullece de ser la marca de picadas que los consumidores eligen a la hora de hinchar por la selección nacional.
–¿Cómo fue el camino hasta llegar a ser la marca de picadas más elegida?
–Cambiamos de modelo de negocios cinco o seis veces. Pasamos de “atención al público” a la modalidad “takeaway and delivery”, decidimos probar con “garage solo delivery sin atención al público”, luego de lo cual apostamos por volver a la presencialidad abriendo seis locales en áreas importantes de CABA y Zona Norte, hasta finalmente llegar al modelo actual que cuenta con un call center, logística de motos propia y sin presencia en vía pública.
Gabriel Ponce asegura que se quedaron con lo mejor de cada experiencia. “La clave fue haber desarrollado el e-commerce propio en 2016, cuando pocas personas apostaban a eso” explica Gabriel que encontró su pasión de la mano de los quesos y lejos de su medicina universitaria.
–¿Cuál es la picada nacional?
–No existe, porque ni siquiera existe una definición precisa de qué es una picada. Tenemos consumidores veganos, vegetarianos, celíacos, fitness y todos comen piccadas.
Es por eso que la variedad y la posibilidad de combinar sabores es el diferencial, siendo la clave de la definición el hecho de poder comerse con la mano y desde un mismo plato.
–¿Cómo fue vivir el mundial que Argentina salió Campeón?
–Fue una experiencia hermosa. Si bien el horario del primer partido no colaboró con los pedidos, los siguientes seis fueron ideales y a medida que íbamos ganando los clientes nos tomaron como cábala, incluyéndose en la mesa de cada partido.
A nivel Marketing pintamos todo de blanco y celeste con pinches y decoraciones, regalamos kits mundial, fixtures, remeras, gorros y vuvuzelas, aparecimos en la radio, programas de televisión y notas periodísticas.
Los hermanos Ponce están orgullosos de tener una marca asociada a la pasión nacional. Pero si bien esto les ha servido en su posicionamiento, ahora tratan de trascender y la doble C será la clave de su comunicación. “Piccadely siempre se escribió con doble c” explicó Gabriel Ponce a SomosPymes, “pero desde 2022 se decidió proclamarlo como manifiesto, diseñamos una campaña publicitaria y se estima que durante un tiempo la imagen de nuestra marca van a ser dos gemelos para reforzar la alegoría de la doble C”.
–¿Qué se viene para el futuro?
–Estamos diseñando nuevos productos para atender todo tipo de juntada, en cualquier franja horaria y lo más rápido posible (los tres pilares de nuestro servicio).
A su vez, estamos desarrollando una nueva línea de PiccaRegalos con muchas opciones de packs para que nuestros clientes puedan abastecerse de nuestros productos y guardarlos en su heladera.
Gabriel Ponce quiso dejar una primicia y habló de PiccaHelados, un proyecto que llevarán adelante mientras siguen buscando un marco teórico al arte de comer con la mano y del mismo plato.
Algo que esta PyME se toma muy en serio, ya que, según contaron en la nota, los hermanos Ponce esperan escribir un libro para desarrollar el concepto.