El ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, calificó el nuevo acuerdo entre el organismo internacional y Argentina como “pésimo” para ambas partes.
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SUSCRIBITEEl ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, calificó el nuevo acuerdo entre el organismo internacional y Argentina como “pésimo” para ambas partes.
“Da la impresión que fue muy difícil ponerse de acuerdo”, remarcó el analista económico.
“Es un pésimo acuerdo, tanto para Argentina como para el Fondo”, ya que “está marcado por los límites que fija este Gobierno, en base a lo que está dispuesto a hacer”, observó.
Werner opinó que “dada esa situación, creo que dentro del FMI debe haber abstenciones muy importantes, mucha gente que dice que es mejor para el Fondo y para Argentina no tener el acuerdo”.
"De todas las malas opciones que el FMI tiene en la mesa, ir para adelante con esta me parece que es lo mejor, pero creo que las abstenciones deben haber sido muy elevadas”, subrayó el ex emisario del organismo.
El especialista se refirió a la relevancia que tuvo dentro de los últimos encuentros entre las partes el posicionamiento del ministro de Economía, Sergio Massa, de creer que podía empujar la negociación.
“Desde Argentina se sobreestima el peso geopolítico que tiene el país y, en ese sentido, el ministro sobreestimó su capacidad para obtener recursos adicionales y llevó la negociación al límite”, señaló al respecto.
“Dada la urgencia que tiene el país desde el punto de vista macroeconómico pero también él desde lo personal por su campaña electoral le conviene cerrar la negociación, pasar a otras cosas, aunque en realidad vamos a terminar en un equilibrio muy parecido a lo que el Fondo quería originalmente”, resaltó Werner.
Según el economista, “ya sea de manera explícita o implícita, el Fondo ya está negociando con quienes podrían estar en el Gobierno entrante”, por lo que “en ese sentido también entra en la negociación desde el punto de vista del Fondo el pensar cuál sería el resultado de esta revisión para quien quiera que esté en el Gobierno siguiente”.
En cuanto al posicionamiento que intuye del FMI respecto a las medidas que lanzó Economía que incluyen un encarecimiento del dólar, Werner indicó: “que esta devaluación la implemente un Gobierno que no cree en ella y que no vaya de la mano de un conjunto de políticas que minimicen el efecto inflacionario de esa depreciación, con una política fiscal coherente, con políticas estructurales de mediano plazo que incrementen la competitividad en la economía argentina, probablemente hacían que el convencimiento del FMI para empujar y que sea una decisión de vida o muerte una devaluación del dólar oficial, una unificación de todas las cotizaciones oficiales no me queda tan claro”.
Al mismo tiempo, esgrimió que “el punto medular de las negociaciones era recursos adicionales” y, en ese sentido, primó la postura del FMI logrando que “casi no haya recursos adicionales por encima de lo originalmente proyectado”, mientras que por otro lado “hay una devaluación heterogénea, desordenada y discrecional que no es lo mejor pero son las últimas etapas de un programa muy malo, muy sucio que hizo el Fondo”.
Además, agregó que el resultado de la negociación va a reflejar un “ajuste de políticas importante, que ya lo estamos viendo en la parte cambiaria, y también se verá en las metas de finanzas públicas, mientras los desembolsos van en línea con lo que estaba originalmente planeado”. En resumen, Werner señaló que “ante la sequía vamos a ver más ajuste y no mucho más financiamiento”.
Al ser consultado sobre el factor que significa el FMI en la política local y su influencia en el periodo electoral, el ex director del organismo indicó que aunque “ideológicamente lo que piensan los funcionarios del fondo y lo que cree este gobierno en Argentina y lo que pensaban otros gobiernos es muy diferente, yo diría que el Fondo desearía estar lo más desligado de la política posible y que sus funcionarios actúan en consecuencia con esa máxima”.
Sin embargo, aclaró que “obviamente es imposible desligar la política de la economía en países que pasan por crisis económicas tan fuertes”, aunque reforzó la idea de que “ la intención del Fondo es ser lo más neutral posible y apoyar políticas y no gobiernos pero en un entorno donde la economía es el punto toral con respecto a la próxima elección es muy difícil que el organismo no se encuentre en medio de eso”.